Mario Nóchez, marzo 2002.
PRESENTACIÓN
La calidad de la educación, en el siglo XXI, debe ser para los salvadoreños el gran horizonte hacia donde deben orientarse los esfuerzos humanos, materiales y financieros de parte del Estado y de la sociedad civil. La calidad de la educación es tarea y responsabilidad de todos y de cada uno, aportando desde su propia especificidad y capacidad. El gran sueño y aspiración del pueblo salvadoreño es lograr que niños y niñas tengan acceso universal a la escuela y permanezcan en la misma, pero sobre todo que la escuela les ofrezca una educación de calidad. Sólo de esa manera se estará contribuyendo a superar las condiciones de pobreza económica y cultural de la población salvadoreña y lograr el desarrollo económico y social del país.
La calidad de la educación es un proceso permanente, que no se agota con un programa de gobierno, sino que requiere de un conjunto de políticas de Estado que, fundamentadas en el principio constitucional de que “la persona humana es el principio y fin del Estado”, estén encaminadas a lograr el sueño y la aspiración del pueblo salvadoreño: Obtener una educación de calidad.
Una de las prioridades nacionales del Ministerio de Educación, establecidas en el Plan Decenal (1995-2005), es “Lograr un sistema educativo de calidad, de acceso universal, equitativo y con eficiencia”. Alcanzar un sistema educativo de calidad, requiere de esfuerzos sostenidos por fortalecer las competencias técnico – pedagógicas y humanas de los docentes, desde la formación inicial y durante la formación en servicio; de tal manera de impulsar procesos de formación permanente que posibiliten transformar las prácticas educativas de los docentes en el aula y, por ende, garantizar la calidad de los aprendizajes de niños y niñas que asisten a los centros escolares.
La Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio, se enmarca dentro de los esfuerzos del Ministerio de Educación por mejorar la calidad de la educación, uno de los 4 ejes de la Reforma Educativa en Marcha, que se encuentra contemplado en el “Plan Decenal de Educación (1995-2005)” y en el Documento “Desafíos de la Educación en el Nuevo Milenio (2000-2005).
La presente Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio es el resultado de una amplia consulta nacional que se realizó con funcionarios del Ministerio de Educación, representantes de Instituciones Formadoras (Rectores, Decanos, Formadores de Docentes y Estudiantes), directores y docentes de centros escolares públicos. Las medidas de políticas que se presentan son aquellas en las cuales los actores consultados lograron cierto consenso.
Este documento contiene los elementos principales de la Política Nacional de Formación Docente y está estructurado en 11 apartados, los cuales son: antecedentes, justificación, situación actual de la formación docente, marco de referencia, objetivos, definición y alcance, principios rectores, áreas de acción y medidas de políticas, estrategia general y etapas de implementación, actores responsables de implementar la política, y, monitoreo y evaluación.
CAPÍTULO I: ANTECEDENTES
1.1. Formación Inicial
En la década de los años cincuenta comenzaron a surgir las Escuelas Normales (públicas y privadas), las cuales fueron creciendo aceleradamente hasta llegar a un número de 67 escuelas normales, a nivel nacional, que competían entre sí por la matrícula de estudiantes. Con la Reforma Educativa de 1968, el Estado salvadoreño suprimió todas las escuelas normales existentes y centralizó la formación inicial y perfeccionamiento docente, con la creación de la Ciudad Normal “Alberto Masferrer”, La experiencia de Ciudad Normal “se enmarcaba dentro de la política educativa general de formación de recursos humanos del Estado salvadoreño, en la cual los docentes eran uno de sus pilares fundamentales”. (Nóchez, 1999, Pág. 8). Ciudad Normal “Alberto Masferrer fue administrada por el Ministerio de Educación entre 1968 –1980 y a pesar de ser la experiencia más sistemática y exitosa de formación de docentes fue cerrada en 1980, en el contexto de los problemas políticos – militares que antecedieron a la guerra civil que vivió El Salvador.
A partir de 1981, con el cierre de Ciudad Normal Alberto Masferrer, El Ministerio de Educación transfirió la responsabilidad de la formación inicial de docentes a los bachilleratos pedagógicos, institutos tecnológicos y universidades. Una política educativa, al inicio de la gestión 1989 – 1994, fue la eliminación de la formación de docentes en los institutos tecnológicos y la admisión de alumnos en el bachillerato pedagógico, por las deficiencias técnico-pedagógicas de los futuros docentes.
En 1992, en un esfuerzo por mejorar la calidad de formación de los docentes, el Ministerio de Educación, inicia la elaboración de un plan de formación para I y II ciclo de educación básica. En el año de 1995, cinco instituciones, seleccionadas por el Ministerio de Educación inician la formación docente para I y II ciclo de educación básica, de acuerdo a normas y lineamientos del referido plan.
Con la promulgación de la Ley de Educación Superior, en el año de 1996, es el Ministerio de Educación el responsable de elaborar los planes y programas de estudio, según lo establece el Artículo 57 de dicha Ley.
El Ministerio de Educación, en el año de 1998, autoriza la implementación de nuevos planes de estudio, a 17 instituciones formadoras que cumplían con los requerimientos, para que ofrecieran algunas de las siguientes especialidades: Educación Parvularia, Educación Básica, Inglés, Educación Especial, Matemática, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Lenguaje y Literatura. Ninguna institución formadora fue autorizada para formar docentes en las 8 especialidades, sino que de acuerdo a sus capacidades y competencias se les autorizó un número limitado de especialidades.
A partir del año 2000, el Ministerio de Educación establece el “Normativo de funcionamiento de las carreras de profesorado”, el cual establece los requisitos relativos a: ingreso y egreso de los estudiantes, infraestructura física, recursos de apoyo al aprendizaje, horarios de clases, supervisión de la práctica docente, disposiciones administrativas, entre otros. Dicho normativo eran exigencias que debían cumplir las instituciones formadoras para seguir funcionando.
1.2. Formación en Servicio
La formación en servicio ha sido un esfuerzo realizado por el Ministerio de Educación, desde 1970, cuando en Ciudad Normal Alberto Masferrer se desarrolló un programa de formación dirigido a directores de escuelas unificadas, en el marco de la reforma educativa de 1968. Entre 1989 y 1990 el Programa de Perfeccionamiento Permanente de Maestros en Servicios (PPMS) ofreció cursos de capacitación a directores de escuelas de Educación Básica sobre administración de la educación.
A partir de 1991 se organiza un programa de capacitación dirigido a docentes y directores de escuelas, supervisores y personal técnico de los niveles de Educación Parvularia, I y II Ciclo de Educación Básica. En 1992, la Dirección Nacional de Capacitación ofreció una capacitación sobre administración educativa y regionalización a directores y, en 1993, con el apoyo del Proyecto SABE se capacitó a directores del sector público sobre el mejoramiento cualitativo y el nuevo enfoque curricular que se estaba introduciendo a nivel Parvularia y Básica. En el año de 1994, se desarrolló un proyecto piloto de capacitación a distancia con docentes y directores de I ciclo de Educación Básica. Posteriormente, en 1995, la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) brindó capacitación a directores sobre los procesos de renovación curricular de III Ciclo y Bachillerato.
Desde 1996 hasta 1999, se continuó con el esfuerzo de realizar capacitaciones masivas y centralizadas en las tres regiones principales del país (occidente, central y oriental) vinculadas a la ejecución de proyectos de desarrollo curricular, nuevas modalidades de administración escolar (CDE), Escuela Saludable, Escuelas Modelos de Desarrollo Educativo, producción de materiales educativos de bajo costo, entre otras.
A partir del año 2001, la Dirección de Desarrollo Profesional Docente, implementa la estrategia descentralizada de desarrollo profesional docente, la cual modifica los estilos tradicionales de capacitación masiva, por un concepto de desarrollo profesional de formación y actualización permanente; basado en las necesidades detectadas en las prácticas educativas, capaz de ofrecer, en lo posible, respuestas a la medida y en su ámbito de trabajo o cerca de éste (Ver, Manual de Operaciones del Fondo de Desarrollo Profesional Docente, Pág. 6).
CAPÍTULO 2: JUSTIFICACIÓN
2.1. Compromiso con la calidad de la educación
El Presidente de la República Dr. Armando Calderón Sol (1994-1999), en su discurso de toma de posesión, manifestó que promovería una profunda reforma educativa, donde la calidad y la capacitación de los maestros serían factores de importancia[1]. El Plan decenal de Educación (1995-2005) establece la calidad de la educación como uno de sus ejes principales y se propone como prioridad y objetivo nacional el “lograr un sistema educativo de calidad en sus diferentes niveles educativos” (Plan Decenal de Educación0 Págs. 4 y 11).
El Presidente Francisco Flores (1999-2004), en su discurso de toma de posesión, expresó su interés por asumir el reto de la calidad de la educación.[2] Uno de los objetivos del Ministerio de Educación para el período 2000 – 2005 es “lograr un mejor desempeño de los docentes...” y una de sus líneas estratégicas “redefinir el sistema de capacitación y supervisión para ofrecer asistencia técnica y desarrollo profesional sistemático, flexible y acorde a las necesidades de los docentes” (Desafíos de la Educación en el Nuevo Milenio, Pág. 19).
La calidad de la educación es una prioridad del Gobierno de El Salvador y ha estado y está en la agenda presidencial , desde la década de los noventa, por
ello el Ministerio de Educación ha asumido el compromiso de impulsarla y de mejorarla continuamente; pero, está consciente que la calidad de la educación es una tarea y responsabilidad de todos.
2.2. El desafío de la calidad de la educación
A pesar de los esfuerzos significativos realizados por el Ministerio de Educación, en cumplimiento del compromiso de mejoramiento de la calidad de la educación, las prácticas educativas que realizan los docentes en el aula continúan siendo tradicionales: clase frontales, dictado, copiado. memorización, lectura mecánica, entre otros, prácticas que no contribuyen a un mejoramiento de la calidad de la educación (UCA/REDUC, 2000). Por otro lado, los resultados obtenidos en las evaluaciones de logros de aprendizaje, realizados en el período 1994-2002 en educación básica, media (PAES)[3] y superior (ECAP[4] para profesorados) evidencian que la calidad de la educación es deficiente. En tal sentido, la calidad de la educación se ha convertido en un desafío y prioridad estratégica para El Salvador,
La calidad de la educación es una prioridad estratégica, pues se afirma que “no hay desarrollo económico sin calidad de la educación” (CEPAL- UNESCO, 1992, Pág. 34), El Salvador dispone de abundantes recursos humanos y es su principal riqueza; sin embargo, dicho capital humano aún no cuenta con la formación adecuada y suficiente, que le permita responder a las transformaciones que el entorno nacional e internacional va demandando en el campo laboral, empresarial y tecnológico.
2.3. Calidad de la educación y formación docente
Asumir el desafío de formar el capital humano que El Salvador necesita para hacer frente a los cambios y demandas del entorno nacional e internacional, exige elevar los estándares de calidad de la educación que se brinda en las aulas. Un protagonista fundamental para lograr dicho propósito es el docente, quien debe contar con las competencias necesarias para garantizar aprendizajes significativos en niños, niñas y jóvenes.
Elevar los estándares de calidad de la educación en el aula, supone al mismo tiempo, elevar la calidad de la formación docente inicial y en servicio que se les brinda a los docentes. Calidad de la educación y formación docente son dos elementos de un binomio indisoluble que se necesitan mutuamente, pues no hay posibilidad de lograr calidad de la educación si no contamos con un docente preparado profesionalmente para poder garantizarla.
2.4. Prioridad en la Formulación de Políticas Nacionales
La reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe, realizada en Cochabamba, Bolivia, (2001), ha señalado que “para lograr aprendizajes de calidad en el aula los docentes son insustituibles. La transformación que suponen las reformas se define en la preparación y disposición del docente para la enseñanza”. Además, han destacado la necesidad de “otorgar prioridad al desarrollo de políticas nacionales integrales en relación con la profesión docente, de manera que se revalorice su tarea, y puedan responder de manera efectiva a las demandas de la sociedad”. (UNESCO, 2001, P: 5 y 16).
Si la prioridad del Gobierno y aspiración del pueblo salvadoreño es elevar la calidad de la educación en el siglo XXI y los docentes son insustituibles en dicho propósito, por el impacto que tienen sus prácticas educativas en el aula; se justifica la necesidad de formular una Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio, que ofrezca un conjunto de medidas de políticas de carácter integral, que posibilite al Ministerio de Educación normar y orientar la formación de las presentes y futuras generaciones de docentes. Sólo en la medida, que elevemos la calidad de la formación docente se estará contribuyendo a consolidar el desarrollo económico y social de El Salvador.
CAPÍTULO 3: SITUACIÓN ACTUAL DE LA FORMACIÓN DOCENTE INICIAL Y EN SERVICIO (1992 -2002)
Los esfuerzos del Ministerio de Educación por mejorar la calidad de la formación inicial y en servicio, en el Marco de la Reforma Educativa en Marcha, han sido graduales, tal como se ha señalado en los antecedentes y justificación.
A pesar de los esfuerzos progresivos que se han realizado en cuanto a elaboración de nuevos planes y programas de estudio, autorización de instituciones formadoras para ofrecer determinadas especialidades, normativa administrativa de funcionamiento, Evaluación de Competencias Académicas y Pedagógicas (ECAP) y creación del Sistema de Desarrollo Profesional Docente, aún persisten problemas que se convierten en desafíos y oportunidades para mejorar la calidad de la formación docente inicial y en servicio.
A continuación se describen brevemente los problemas identificados en 4 estudios sobre formación docente[5] realizados por el Ministerio de Educación con el apoyo de la Gessellschaft Für Technsche Zusamenenarbeit (GTZ) de Alemania, los cuales se agrupan en las siguientes áreas:
3.1. Oferta y Demanda:
a) Falta de correspondencia entre el número de docentes formados y las plazas disponibles en el sector público y privado.
b) Ausencia de información actualizada y confiable sobre cuáles son las necesidades reales del número de docentes que necesita el Sistema Educativo Nacional.
3.2. Instituciones Formadoras:
a) Carencia de procesos sistematizados de selección de estudiantes con vocación y aptitud por la docencia.
b) Falta de cumplimiento de la normativa técnica, administrativa y legal orientada a fortalecer la calidad de la formación docente inicial.
3.3. Formadores de Docentes
a) Ausencia de procesos de reclutamiento y selección de docentes idóneos.
b) Carencia de sistemas de evaluación del desempeño de formadores de docentes.
3.4. Centros de Práctica Docente
a) Escasos centros de práctica para estudiantes de educación especial.
c) Carencia de capacitación a directores y personal docente de centros de práctica sobre el proceso de formación docente.
En entrevistas realizadas a funcionarios del Ministerio de Educación, Rectores de instituciones formadoras y resultados de talleres con formadores de docentes y estudiantes de carreras de profesorado, a nivel nacional, se reiteraron los problemas ya identificados anteriormente; pero, se adicionaron los problemas siguientes:
a) Desvinculación entre la formación inicial y en servicio.
b) Ausencia de un sistema de monitoreo y evaluación de la formación docente inicial y en servicio.
c) Carencia de una formación sistemática de los equipos técnicos responsables de la formación docente.
d) Ausencia de sistemas de selección de formadores de docentes.
e) Carencia de programas de formación y actualización de formadores de docentes.
f) Inadecuada infraestructura física para desarrollar procesos de formación docente, según la naturaleza de las distintas especialidades.
CAPÍTULO 4: MARCO REFERENCIAL
4.1. ¿Qué son las Políticas Educativas y cuál es su proceso de elaboración?
Las políticas educativas son “las decisiones del Ramo Ejecutivo que decide qué hacer y qué no hacer en el campo educativo, cuyas decisiones tienen un carácter institucional y son mandatarias para todos los actores que estén vinculadas con ellas” (Aguerrondo, 2000). En tal sentido, las políticas educativas se convierten en tales, cuando los funcionarios del más alto nivel del Ministerio de Educación toman las decisiones sobre cuáles políticas ejecutan y cuáles no.
Las políticas educativas son “una interpretación compartida y fundada acerca de cuáles son los problemas de la educación y de los cursos de acción más viables para resolverlos en un horizonte temporal de mediano y largo plazo”... “una política educativa de Estado es la que ha sido consensuada con todos los actores involucrados. La política incluye una declaración de los problemas que existen y de lo que se puede hacer para resolverlos.(Rojas, 2000).
El proceso formulación de las políticas educativas es dinámico e interactivo y comprende 6 etapas íntimamente relacionadas entre sí: a) análisis de los problemas; b) formulación de las políticas; c) adopción o selección de políticas; d) implementación de políticas; e) evaluación de políticas; y f) ajuste o corrección de políticas (Haddad, 1994, Pág. 10).
4.2. Cambio de paradigma en la educación
Los cambios y transformaciones que ha tenido el paradigma de la educación de cara al siglo XXI, tienen que ver con la redefinición del orden mundial, el cual demanda así mismo un nuevo paradigma de la formación docente que esté acorde a dichos cambios y transformaciones. La sociedad del siglo XXI ya no demanda una educación que trasmita nuevos conocimientos, enseñar cosas, aprender de memoria contenidos; por el contrario, demanda una educación que enseñe a aprender a aprender, fortalezca la capacidad de resolver problemas, ayude a pensar.
El nuevo paradigma de la educación busca pasar de una visión instrumentalista hacia una educación que busque la realización de la persona, cuyo objetivo sea “ayudar a que el educando pueda poner la plenitud de sus potencialidades y talentos al servicio de sus semejantes”. (PNUD, 1998, Pág. 12). En otras palabras, se busca una educación que promueva los 4 pilares fundamentales que propone Delors: “Aprender a conocer”, “Aprender hacer”, “Aprender a convivir” , y, “Aprender a ser”.
El cambio de paradigma de la educación presenta un desafío de trascendencia en la formación docente en el nuevo milenio, que obliga a dar un giro de 180 grados. “La formación docente si desea ser de calidad, no debe buscar "reformar” sino transformar". La transformación supone borrar un viejo paradigma y empezar a construir un modelo nuevo” (Aguerrondo, 1999, Pág. 1).
4.3. Cambio de paradigma en la formación docente
4.3.1. Formación inicial
Formar una nueva generación de docentes dotados de una cultura de compromiso por la calidad, mística de trabajo, ética y responsabilidad social, requiere de un nuevo paradigma de la formación docente inicial. El nuevo paradigma de formación inicial que se debe comenzar a construir debe contar con al menos las siguientes características (Ver Torres, 1997; Roggi,1999; Aguerrondo, 1999):
- Definir nuevas políticas y criterios de selección y reclutamiento de maestros;
- Redefinir los roles del docente;
- Construir un sistema único de formación docente, que vea formación inicial y en servicio como parte de un continuo;
- Repensar las modalidades organizativas y administrativas con que ha venido haciéndose la formación docente;
- Renovar por completo el currículo de la formación docente definiendo con claridad tres ejes fundamentales: tipo de conocimiento, tipo de aprendizaje y tipo de enseñanza.
- Incorporar en el currículo la formación en gestión educativa.
- La práctica como eje ordenador y estructurante del currículo debe realizarse en los diversos niveles y modalidades del sistema.
- Forme en competencias como un saber hacer, con saber y con conciencia.
4.3.2. Formación en Servicio
El nuevo paradigma de la formación en servicio debe ser conceptualizado como con un enfoque sistémico, que integre la formación inicial y en servicio, como un proceso único e integrado. La formación inicial y en servicio, como parte de un sistema de formación, deben estar estrechamente vinculados con la investigación de las prácticas educativas.
La formación en servicio debe desarrollarse a través de un modelo de desarrollo profesional docente concebido como un proceso de formación y actualización permanente que este orientado a mejorar las prácticas educativas en el aula y por ende de la calidad de la educación. El desarrollo profesional docente no puede concebirse sin un desarrollo personal. A la base de todo crecimiento como profesional está el desarrollo y maduración como persona. El desarrollo profesional debe comprender la dimensión técnica y humana (Fernández, 2001, Pág. 3).
El nuevo paradigma de la formación en servicio debería tener las siguientes características (Ver UNESCO, 1996 y 2001; Del Carmen, 1988)
- Diseñar planes de formación a largo plazo.
- Los planes de desarrollo profesional deben tener en cuenta: las características de los docentes, atender las particularidades del lugar de trabajo. ser realistas y adecuados al ritmo de aprendizaje de los docentes.
- La formación debe realizarse en colectivos o grupos de docentes que reflexionan sobre sus prácticas educativas.
- Estar en relación directa con el progreso de los docentes en el tratamiento y solución de los problemas prácticos, con los que se enfrenta en su trabajo cotidiano.
- Debe desarrollar la capacidad de aprendizaje autónomo.
- Creación de equipos pedagógicos de centros, como protagonistas de la ejecución de los planes de formación, orientados a proyectos educativos participativos y renovadores.
- Debe combinarse períodos intensivos de formación, en los que los docentes no dan clases, con períodos de actividad docente donde apliquen lo aprendido.
- Debe darse un seguimiento cercano, después de la formación, para analizar en concreto los problemas que se le presentan al docente en la práctica, orientarle y constatar el grado de adecuación y progreso de los cambios en el aula.
La formación inicial y en servicio deben acreditar las competencias que los docentes van obteniendo, como parte de su proceso de formación permanente, y brindar los incentivos y estímulos necesarios para que los docentes se mantengan en una en una actitud de aprendizaje permanente, que redunde en mejores prácticas en las aulas y por ende en un mejor proceso de aprendizaje de niños, niñas y jóvenes.
CAPÍTULO 5: OBJETIVOS
5.1. Objetivo General:
Normar la formación docente inicial y en servicio para que cumpla con los más altos estándares de calidad y permita formar nuevas generaciones de docentes dotados de mística de trabajo, formación humana - ética, compromiso social y dominio de las competencias de su especialidad, con la finalidad de mejorar la calidad del proceso de aprendizaje de niños, niñas y jóvenes en el aula.
5.2. Objetivos Específicos
5.2.1. Articular la formación inicial y en servicio como un sistema de desarrollo profesional docente, basado en un perfil de competencias o estándares, que los convierta en verdaderos profesionales de la educación en constante formación, actualización y superación.
5.2.2. Contribuir a elevar el desempeño de los docentes en el aula de todos los niveles, modalidades y especialidades educativas, con la finalidad de mejorar las oportunidades de aprendizaje de niños y jóvenes, según sus características biopsicosociales.
CAPÍTULO 6: DEFINICIÓN Y ALCANCES
6.1 Definición
La Política Nacional de Formación Docente, se define como una Política de Estado con visión de largo plazo (15 años) que a través de un conjunto de medidas implementadas, por etapas, por el Ministerio de Educación, busca normar la formación docente inicial y en servicio que ofrecen instituciones formadoras (públicas o privadas o mixtas) y proveedores (personas naturales y jurídicas), a nivel nacional; cuyo propósito fundamental, es garantizar la calidad de la formación docente.
6.2 Alcance
La Política Nacional de Formación Docente es de carácter integral y comprende 11 áreas de acción que están íntimamente articuladas entre sí. Las medidas de política de las primeras 8 áreas de acción estarán referidas a la formación inicial y las 3 restantes a la formación en servicio.
Las medidas de política son de carácter normativo y es competencia del Ministerio de Educación implementarlas, monitorearlas y velar por su fiel cumplimiento, Las medidas de política tienen un alcance nacional y son mandatorias para todas las instituciones que se dedican a la formación docente inicial y en servicio.
El conjunto de medidas de políticas serán implementadas gradualmente en tres etapas: a) corto plazo (2004-2009); b) mediano plazo (2009-2014) y largo plazo (2009-20014).
CAPÍTULO 7: PRINCIPIOS RECTORES
La Política Nacional de Formación Docente se sustenta en los siguientes principios rectores:
7.1. El centro y fin de las políticas educativas orientadas a la formación docente, son los seres humanos, considerados en todas sus dimensiones: personal, social, moral, cultural y espiritual. Por ende el enfoque de la formación docente debe ser humanista, constructivista y socialmente comprometido de acuerdo a los fundamentos curriculares de la educación nacional.
7.2. El horizonte hacia donde se orientan todos los esfuerzos humanos, materiales y financieros de la formación docente es la calidad. Calidad no reducida únicamente a rendimiento académico, sino también calidad en los insumos, procesos de enseñanza – aprendizaje y calidad de desarrollo humano de las personas involucradas.
7.3. La formación docente se enmarca dentro del proceso de educación permanente, fundamentada en los principios de la educación de adultos y en los 4 pilares de la educación propuestos por Delors: aprender a conocer y aprender; aprender a hacer; aprender a convivir; y, aprender a ser.7.4. El punto de partida y de llegada de la formación docente es la práctica educativa de los docentes en el aula, a través de un proceso de acción – reflexión – acción, se transforma y cualifica de forma permanente.
7.5. Las políticas educativas orientadas a la formación docente son integrales, articulando las diferentes áreas que inciden en la calidad de la formación, junto a la valorización social, incentivos, remuneraciones y evaluación del desempeño docente.
7.6. Los docentes son los protagonistas principales de las transformaciones educativas en el aula y centro educativo, por ello su participación en el ámbito del centro educativo, distrito, zona, región o departamento, es imprescindible.
7.7, La calidad de la educación es una tarea y responsabilidad de todos, por ello los distintos actores de la sociedad salvadoreña deben participar aportando desde su propia identidad, especificidad y capacidad al mejoramiento de la calidad de la formación docente inicial y en servicio.
7.8. La formación docente es amplia y a un nivel de dominio tal, que ayuden a los docentes a desempeñarse en el trabajo educativo con personas de distintas edades (niños, jóvenes y adultos); distintas zonas geográficas (urbana, rural y urbano marginal); distintas condiciones sociales; distintas modalidades de administración escolar (ACE, CDE, CECE y privada); distintas tipos de aulas (aula integrada, multigrado) y atender a la diversidad de diferencias individuales.
7.9. La formación docente es un derecho y un deber de los docentes, por tanto, es una corresponsabilidad compartida entre el Ministerio de Educación, quien animará y apoyará la formación permanente para promover el cambio pedagógigo de las prácticas educativas en el aula; y, de los docentes, quienes deben de aprovechar las oportunidades de formación y autoformación que se les brindan, como parte de su desarrollo profesional.
7. 10. La formación docente está fundamentada en los valores que sustenta el Sistema Educativo Nacional, contribuyendo que los docentes sean capaces de desarrollar, en sí mismos, capacidades y potencialidades para servir a sus semejantes.
CAPÍTULO 8: ÁREAS DE ACCIÓN Y MEDIDAS DE POLÍTICAS
El esfuerzo por normar la calidad de la formación docente inicial y en servicio, para lograr altos estándares de calidad en la formación de las futuras generaciones de docentes, requiere de la implementación de un conjunto de medidas de políticas integrales que abarquen las distintas dimensiones o áreas que inciden en la calidad de la formación docente.
El conjunto de medidas de políticas se han agrupado en ocho áreas de acción para la formación inicial y tres áreas para la formación en servicio, El conjunto de medidas de políticas que normarán la formación docente inicial y en servicio, en los próximos 15 años son las siguientes:
8.1 Áreas de acción y medidas de políticas para la Formación Docente
Inicial
8.1.1. Área de Acción: Oferta y Demanda
- Medida de Política: Realizar Estudios de oferta y demanda de carreras de profesorados en el Sistema Educativo Nacional.
Se realizarán estudios de oferta y demanda, periódicos, orientados a conocer el número de docentes graduados, que se encuentran desempleados, y los que se necesitan incorporar en el sector público y privado a nivel nacional, regional y/o departamental; de tal manera, que permita conocer con precisión qué número de docentes se necesitan contratar en el sistema educativo nacional en las distintos niveles, modalidades y especialidades en el corto, mediano y largo plazo. Cuando los estudios así lo indiquen se podrán cerrar aquellas carreras que no tienen demanda o bien aquellas que están generando una sobre oferta de docentes.
De acuerdo a los estudios de oferta y demanda se elaborarán planes quinquenales de inserción de docentes en los distintos niveles, modalidades y especialidades, dando prioridad, a aquellos departamentos y regiones que los estudios hayan identificado con mayor demanda de docentes. Para garantizar la inserción gradual de los docentes, se harán las proyecciones financieras a fin de tener el respaldo presupuestario que permita la permanencia de las plazas que se vayan asignando.
Los estudios además estarán orientados a identificar potenciales carreras, que según el contexto económico y social, nacional y /o regional, demanden formar docentes en el corto, mediano y largo plazo.
8.1.2. Área de Acción: Planes y Programas de Estudio
- Medida de Política: Diseñar, revisar y actualizar, de forma permanente, planes y programas de estudio, con la participación de todos los actores vinculados a la formación docente inicial.
Se elaborarán, revisarán y actualizarán, planes y programas de estudio, con la participación directa y activa de todos los actores que están vinculados con la formación docente: formadores de docentes, estudiantes, docentes en servicio, personal técnico del Ministerio de Educación, y cualquier otro actor que se estime conveniente.
La revisión y actualización de planes y programas de estudio estará sobre la base de un sistema de monitoreo y evaluación de la aplicación e impacto de planes y programas de estudio en las distintas instituciones formadoras. El equipo técnico del Ministerio de Educación tendrá la conducción y liderazgo sobre el proceso de elaboración, revisión y actualización de planes y programas de estudio; y, velará por qué estos se ajusten a los fines, principios y objetivos de la educación nacional. Los planes y programas de estudio deben incorporar enfoques actualizados y pertinentes a nuestra realidad nacional, regional y local.
El equipo técnico podrá crear las comisiones que crea pertinente y establecerá la periodicidad de cada cuánto se hará la actualización y cuando se hará la revisión estructural, de fondo. El espíritu, es garantizar que no se vaya a estar en un permanente cambio de planes y programas, cuando talvez no se han terminado de implementar adecuadamente.
8.1.3. Área de Acción: Sistema de Acreditación
-Medida de Política 1: Acreditar a los formadores de docentes en las especialidades que imparten.
Se diseñará e implementará un sistema de acreditación para los formadores de docentes, de tal manera, que nadie ejerza la docencia en las instituciones formadoras si no comprueba que está debidamente acreditado en la respectiva especialidad que imparte.
Para llevar adelante el proceso de acreditación se crearán, a nivel regional, Comisiones Ad – Hoc, que estarán integradas por: Representantes del Ministerio de Educación, instituciones formadoras y, gremiales profesionales. Dichas Comisiones harán las convocatorias para acreditarse, de forma pública, 2 veces al año,
Las áreas en las cuales los formadores de docentes deben demostrar competencias, para ser acreditados, serán las siguientes: a) pedagógica; b) técnica (dominio de la especialidad); y c) desarrollo humano. La acreditación será personal e intransferible y tendrá una duración de tres años, renovables. La renovación estará sujeta a las evaluaciones del desempeño que las instituciones formadoras apliquen anualmente. El criterio de renovación será haber alcanzado el 75% de los criterios de evaluación durante los 2 años anteriores.
-Medida de Política 2: Seleccionar. Acreditar y Capacitar a Centros de Práctica Docente
Se seleccionará, acreditará y capacitará a instituciones públicas y privadas, en los distintos niveles y modalidades de administración escolar, en los 14 departamentos del país, que puedan garantizar la calidad de la práctica docente.
Se convocará anualmente a centros escolares que reúnan las condiciones organizativas, administrativas y técnico - pedagógicas; para que voluntariamente participen del proceso de acreditación. Para tal fin, se creará una Comisión Nacional de Acreditación de Centros de Práctica Docente, la cual estará formada por representantes de: Ministerio de Educación, Instituciones Formadoras y Estudiantes de distintas instituciones formadoras.
La acreditación se otorgará y renovará, anualmente, previa evaluación del desempeño del centro de práctica docente, realizada de forma conjunta por las instancias correspondientes del Ministerio de Educación, las instituciones formadoras y el director/a del centro escolar .
Se harán los esfuerzos sistemáticos por establecer mecanismos y procedimientos para reconocer, estimular y premiar a los centros de práctica docente acreditados, que apoyen el proceso de formación inicial de docentes.
8.1.4. Sistema de Evaluación
- Medida de Política 1: Diseñar e implementar anualmente un sistema estandarizado de evaluación del desempeño de los formadores de docentes
Se diseñara e implementará, con la participación de las instituciones formadoras, un sistema estandarizado de evaluación del desempeño de los formadores de docentes, que será aplicado en todas las instituciones formadoras a nivel nacional
La evaluación del desempeño será anual y se aplicará al 100% de los formadores de docentes. Cuando un formador de docentes trabaje en más de una institución, se le aplicará la evaluación en igual número de instituciones.
Se diseñará una Base de Datos donde se llevarán los registros de las evaluaciones del desempeño de los formadores de docentes, que anualmente remitan las instituciones formadoras. El Ministerio de Educación, cuando lo estime conveniente, podrá realizar visitas a las instituciones formadoras, para verificar la confiabilidad de los resultados de la evaluación del desempeño.
- Medida de Política 2: Diseñar e implementar pruebas estandarizadas a graduados de las distintas carreras de profesorados, como requisito de ingreso al escalafón docente.
La formación docente inicial es responsabilidad directa de las instituciones formadoras que ofrecen las distintas carreras de profesorado. Sin embargo, se debe garantizar que los docentes que se incorporen al escalafón docente cumplan con las competencias necesarias para tener un desempeño idóneo y exitoso dentro del aula. Para ello, se establecerán pruebas estandarizadas anuales (teóricas, orales y prácticas) a los graduados de las distintas especialidades, como requisito previo de incorporación al escalafón docente.
El Ministerio de Educación reconocerá los méritos académicos y pedagógicos de los graduados que hayan obtenido los mejores resultados en las pruebas estandarizadas, extendiéndoles un Diploma de Distinción Docente, el cual deberán presentar al Tribunal de la Carrera Docente para que tengan prioridad al momento de asignar plazas oficiales. De esa manera se podrá garantizar que los docentes mejor preparados y que hayan tenido excelentes resultados en las pruebas estandarizadas se incorporen a mejorar la calidad de la educación.
8.1.5. Formadores de docentes
- Medida de Política: Elevar el nivel de profesionalización de los formadores de docentes,
Se elaborará en coordinación con las instituciones formadoras, un plan conjunto de formación y actualización de corto, mediano y largo plazo, que permita elevar el nivel de profesionalización de los formadores de docentes por medio de; Diplomados, Maestrías y Doctorados. El plan de formación y actualización, deberá estar en completa correspondencia con el perfil de competencias que hayan definido los mismos formadores de docentes.
Para la ejecución del plan el Ministerio de Educación y las instituciones formadoras, crearán las comisiones correspondientes para que puedan operativizar dicho plan de formación y actualización.
8.1.6. Área de Acción: Modalidades de formación docente inicial
-Medida de Política: Crear Institutos Especializados de Formación Docente Inicial
Se crearán Institutos Especializados para la formación docente inicial, en el ámbito nacional o regional, por medio de convenios o cartas de entendimiento entre el Ministerio de Educación y las universidades acreditadas por su calidad académica. La duración de dichos convenios tendrá una duración de 5 años renovables y el criterio de renovación será que las universidades logren, durante dicho período, que en un 80% sus egresados obtengan una nota mínima de 7.0 en la Evaluación de Competencias Académicas y Pedagógicas (ECAP).
Se buscarán los mecanismos, procedimientos y estrategias pertinentes para garantizar que los egresados de los Institutos Especializados con notas de 7.0 o más, tengan prioridad, al momento de nombramientos de plazas oficiales y / o contratación en las instituciones privadas.
La experiencia de los Institutos Especializados debe concentrar los recursos provenientes de parte del Estado, las Instituciones Formadoras, la Cooperación Internacional y las cuotas de los estudiantes, con el propósito de elevar la calidad de la formación docente inicial.
Los Institutos Especializados contarán con los docentes más calificados en las distintas especialidades que imparten y laborarán a tiempo completo; contarán con su propio centro de recursos de aprendizaje y dispondrán de la infraestructura física acorde a la naturaleza de las carreras de profesorado que ofrecen.
8.1.7. Área de Acción: Integración de la formación docente inicial y en servicio
- Medida de Política: Articular la formación inicial con la formación en servicio, como un proceso permanente de desarrollo profesional docente.
La formación inicial y la formación en servicio serán parte de un proceso integrado de formación permanente, el cual estará orientado de forma progresiva, hacia el logro del perfil de competencias que el docente salvadoreño debe alcanzar, a lo largo de su desarrollo profesional docente.
La formación inicial y en servicio como un proceso articulado de formación permanente, estará en sintonía y coherencia con los fines, políticas, objetivos,
principios y líneas estratégicas de la reforma educativa en marcha y
tendencias de la formación docente a escala mundial.
La articulación entre la formación inicial y en servicio, partirá de la elaboración del perfil de competencias que los docentes deben lograr, de forma gradual, desde su formación inicial hasta que se retira con sus 30 años de servicio en el magisterio. El perfil de competencias podría establecer los siguientes niveles:
- Nivel VI Formación; Durante los años de la formación inicial.
- Nivel V Inducción: Durante los primeros 5 años de servicio docente.
- Nivel IV Profesionalización: Desde el año 5 al 15 de servicio docente.
- Nivel III Especialización: Desde el año 16 al 20 de servicio docente.
- Nivel II Actualización: Desde el año 21 al 25 de servicio docente.
-Nivel I Asesoría: Desde el año 26 al 30 o más de servicio docente.
Para finalizar un nivel y pasar al otro deberá acreditar las competencias establecidas en el perfil y así continuar con su proceso de formación y actualización. Ello implica que cada nivel (VI al I) debe tener su propio plan de formación docente el cual se podrá desarrollar combinando acciones formativas centralizadas y descentralizadas donde los docentes tendrán un protagonismos relevante en su proceso de autoformación.
8.1.8. Área de Acción: Monitoreo y Evaluación
- Medida de Política: Diseñar e Implementar un Sistema de Monitoreo y Evaluación
Se diseñará e implementará un Sistema de Monitoreo y Evaluación de la normativa (administrativa y legal), planes y programas de estudio y su impacto en la formación docente inicial. El monitoreo se realizará, al menos una vez cada ciclo académico (2 veces año), y, la evaluación se realizará anualmente.
La Dirección Nacional de Monitoreo y Evaluación será la entidad responsable de diseñar, implementar y retroalimentar oportunamente la toma de decisiones que fortalezcan la calidad de la formación docente inicial.
8.2. Políticas de formación docente en servicio
8.2.1. Área de Acción: Acreditación Docente
- Medida de Política: Diseñar e implementar un sistema de acreditación de formación y actualización docente
Todos los docentes activos en el sistema educativo deberán acreditar sus competencias académicas, pedagógicas y de desarrollo humano, en función de los niveles y competencias, que de forma progresiva deben ir logrando a lo largo de sus años de servicio.
La acreditación tendrá un carácter obligatorio y será responsabilidad de la Dirección de Desarrollo Profesional Docente administrar dicho proceso y velar por que éste sea ágil, eficaz y eficiente.
8.2.2. Área de Acción: Incentivos Docentes
- Medida de Política: Diseñar e implementar un sistema de incentivos a los docentes
Se diseñará e implementará un sistema de incentivos a los docentes que reconozca, estimule e incentive la acreditación académica, pedagógica y de desarrollo humano, según los niveles y competencias establecidos. Los incentivos serán otorgados cada vez que los docentes se acrediten en los niveles correspondientes y durarán hasta que los docentes se acrediten en el nivel siguiente posterior. Los incentivos no serán acumulables.
La escala de incentivos mínimos, según los niveles acreditados, será la siguiente:
VI - Formación Inicial: Becas para la continuación de estudios de licenciatura o participación en eventos pedagógicos a nivel internacional o realización de pasantías en el extranjero
V - Inducciòn: Becas de estudio para hijos/as o realización de estudios de Maestría.
IV - Profesionalizaciòn: Bono para canasta básica familiar o transporte.
III – Especialización: Bono para vacaciones recreacionales.
II – Actualizaciòn: Bono para mejoramiento de vivienda o mantenimiento de vehículo.
I – Asesoría: Bono de jubilación
La Dirección de Recursos Humanos será la instancia responsable de administrar de forma ágil, eficaz y eficiente el otorgamiento anual de los incentivos, previa copia de la acreditación respectiva entregada por la Dirección de Desarrollo Profesional Docente.
8.2.3. Área de Acción: Sistema de Monitoreo y Evaluación
- Medida de Política: Diseñar e implementar un sistema de monitoreo y evaluación de la formación en servicio.
Se diseñará e implementará un sistema de monitoreo y evaluación que permita dar seguimiento permanente a los distintos procesos relacionados con la ejecución e impacto de la formación en servicio. El monitoreo y evaluación identificará logros y problemas que va enfrentando la formación docente y retroalimentará de forma oportuna y pertinente la toma de decisiones para fortalecer la calidad de los aprendizajes en el aula.
La Dirección Nacional de Monitoreo y Evaluación y la Dirección de Desarrollo Profesional Docente, serán las responsables del diseño e implementación del sistema de monitoreo y evaluación de la formación en servicio. De forma conjunta, organizarán los equipos técnicos correspondientes, a fin de que realicen dicho trabajo en campo. El monitoreo y evaluación deberá ser sistemático y recurrente y estará fundamentada en un plan de trabajo anual.
CAPÍTULO 9: ESTRATEGIAS GENERALES Y ETAPAS DE IMPLEMENTACIÓN
Para que el conjunto de medidas de políticas educativas se implementen, se garantice su viabilidad y alcancen los resultados esperados, se ejecutarán las siguientes estrategias generales y etapas de implementación:
9.1. Estrategias Generales:
9.1.1. Divulgar el Documento de la Política Nacional: Se realizará una amplia divulgación, a nivel nacional e internacional, para que los diferentes sectores de la sociedad salvadoreña y organismos de cooperación técnica y financiera, conozcan la estructura y contenido del Documento de la Política Nacional.
La divulgación se hará a través de una edición especial de la Política Nacional, medios de comunicación social, presentaciones a sectores específicos (Asamblea Legislativa, Consejo de Ministros, Organismos de Cooperación Internacional, Gremios Docentes, Iglesias, entre otros), participación en foros nacionales e internacionales, publicación en revistas o boletines, sitio WEB del Ministerio de Educación o de otras instituciones especializadas en educación (UNESCO, PREAL, REDUC, IIPE, OEI y otros más), que permitan que el Documento de Política Nacional sea ampliamente conocida para lograr el apoyo y compromiso de todos con la calidad de la formación docente.
9.1.2. Crear un Comité Interinstitucional responsable de la implementación de la Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio.
Se creará una Comité Interinstitucional que se responsabilizará de la implementación y coordinación, de la Política Nacional de Formación Docente. En dicha Comité participarán todas las Direcciones Nacionales del Ministerio de Educación vinculadas directamente con la formación inicial y en servicio; representantes de las instituciones formadoras, representantes de gremios docentes y otros organismos que el Ministerio de Educación estime conveniente. La presidencia de dicha comisión será responsabilidad del Ministerio de Educación.
9.1.3 Elaborar planes quinquenales: Se elaborarán planes quinquenales que correspondan, a cada uno de los períodos de gobierno, para llevar adelante las distintas medidas de políticas educativas correspondientes a cada una de las etapas de corto, mediano y largo plazo propuestas en el presente documento.
Los planes quinquenales deberán ser elaborados con la participación de los actores vinculados directa o indirectamente con las medidas de políticas educativas que se programan ejecutar en el período correspondiente.
Los planes quinquenales contarán con los recursos humanos, materiales y financieros, para llevarlos adelante y lograr el impacto deseado.
9.1.4. Gestionar recursos: Se deberá elaborar un plan estratégico, de largo plazo, para la gestión de recursos: materiales, financieros y de capital humano, que vengan a complementar los recursos provenientes de parte del Estado. La gestión de recursos tendrá dos ámbitos de acción: nacional e internacional, y se irán gestionando según las prioridades establecidas en los planes quinquenales.
La gestión de recursos tendrá varias fuentes: Firma de convenios de cooperación técnica con organismos internacionales o instituciones especializadas en la formación docente; asignaciones de fondos no reembolsables de organismos bilaterales o multilaterales; creación de fideicomisos de parte del sector privado; donaciones de parte de fundaciones nacionales e internacionales; concesión de becas y pasantías de países amigos; financiamiento de proyectos de agencias y organismos no gubernamentales de cooperación internacional; y, préstamos de los bancos de desarrollo.
9.1.5. Revisar y adecuar, de forma periódica, el marco jurídico – legal que sustenta la formación docente inicial y en servicio.
El marco jurídico – legal establecido en la Ley General de Educación, Ley de la Carrera Docente y Ley de Educación Superior y cualquier otra normativa relacionada con la formación docente inicial y en servicio, tendrá que ser revisada y adecuada, periódicamente, para garantizar que exista coherencia, armonía y aplicabilidad entre dichas leyes y normativas, con la presente política nacional de formación docente.
Se garantizará que el marco jurídico - legal, que sustenta la formación docente, sé este actualizando de forma permanente, a fin de lograr que las innovaciones tengan viabilidad en su implementación.
9.1.6. Evaluar y adecuar los modelos de formación docente inicial y en servicio
Se establecerán los mecanismos y procedimientos pertinentes, para evaluar periódicamente el modelo de formación docente inicial y en servicio y se irá adecuando a los cambios y tendencias de formación docente que van surgiendo en el campo educativo, a nivel internacional, y a las demandas de formación que le plantea el entorno económico y social de El Salvador.
9.2. Etapas de Implementación
La formación docente inicial y en servicio, no es un proceso que se improvisa y se logra en un período de gobierno; si no por el contrario, exige y demanda de una actitud preactiva y estratégica para ir definiendo los cambios de forma gradual y progresiva. Ello implica, ejecutar el conjunto de medidas de políticas educativas, por etapas, de corto, mediano y largo plazo.
9.2.1. Etapa 1: Corto Plazo (2004 – 2009)
Medidas de Políticas Educativas:
a) Crear Institutos Especializados de formación docente inicial.
b) Diseñar, revisar y actualizar de forma permanente los Planes y Programas de Estudio, con la participación de todos los actores vinculados a la formación docente.
c) Seleccionar. Acreditar y capacitar a centros de práctica docente.
d) Acreditar a los formadores de docentes en las especialidades que imparten.
e) Diseñar el sistema de evaluación del desempeño de los formadores de docentes.
f) Diseñar e implementar pruebas estandarizadas a graduados de las distintas carreras de profesorados.
g) Diseñar e implementar un Sistema de Monitoreo y Evaluación para la formación inicial.
9.2.2. Etapa 2: Mediano Plazo (2009 – 2014)
Medidas de Políticas Educativas:
a) Realizar Estudios de oferta y demanda de carreras de profesorado en el Sistema Educativo Nacional.
b) Articular la formación inicial y en servicio.
c) Diseñar e implementar un sistema de acreditación de la formación docente inicial y en servicio
d) Crear un sistema de incentivos a la formación docente.
e) Diseñar e implementar un Sistema de Monitoreo y Evaluación de la formación en servicio.
9.2.3. Etapa 3: largo Plazo: (2014-2019)
Medidas de Políticas Educativas:
a) Elevar el nivel de profesionalización de los formadores de docentes
b) Establecer requerimientos diferenciados para la autorización del funcionamiento y/ o renovación de carreras de profesorado.
CAPÍTULO 10: ACTORES RESPONSABLES DE LA IMPLEMENTACIÓN
La implementación del conjunto de medidas de políticas educativas, por áreas de acción, que forman parte de la Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio, no es de exclusiva responsabilidad del Estado y del Ministerio de Educación. Por tener un carácter nacional la tarea y responsabilidad debe ser asumida por diferentes actores de la vida nacional.
Los principales actores y funciones de los responsables de la implementación de la Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio, son:
10.1. Gobierno Nacional: Establece la formación docente, como una política prioritaria y estratégica para el desarrollo económico y social de El Salvador y asigna, de forma gradual y sostenida, al Ministerio de Educación los recursos financieros para garantizar la calidad de la formación docente.
10.2. Ministerio de Educación: Ente rector, normativo y garante de la calidad de la formación docente inicial y en servicio.
10.3. Instituciones formadoras: Garantizar las condiciones físicas, pedagógicas y recursos de apoyo al aprendizaje para una adecuada formación docente.
10.4. Alumnos – docentes: Dedicarse con esmero y esfuerzo por adquirir las competencias necesarias para un desempeño exitoso en el aula y la escuela.
10.5. Gremios Docentes: Mantener una actitud propositiva y de apoyo, en búsqueda de garantizar la calidad de la formación que reciben los docentes de las instituciones formadoras y proveedores de servicios.
10.6. Proveedores de servicios: Brindar servicios de calidad y pertinentes a los contextos locales y mantener una actitud ética y profesional en la prestación de sus servicios.
10.7. Empresa Privada: Apoyar en todos aquellos esfuerzos tendientes a mejorar la calidad de la formación docente.
10.8. Organismos de Cooperación Internacional: Brindar asistencia técnica y financiera, en el campo de la formación docente inicial y en servicio, según necesidades y requerimientos del país.
En la medida que todos los actores asuman la formación docente inicial y en servicio, como un proyecto estratégico de nación, se contribuirá a elevar la calidad de la educación a la que aspiramos todos los salvadoreños.
CAPÍTULO 11: MONITOREO Y EVALUACIÓN
El Ministerio de Educación como ente Rector de la Política Nacional de Formación Docente establecerá las instancias, mecanismos y metodología más apropiada para la realización del monitoreo y evaluación del conjunto de políticas educativas que se han establecido en el presente Documento de Política Nacional.
El Monitoreo y Evaluación estará fundamentado en los planes quinquenales y en los planes operativos anuales que se deriven del mismo, de tal manera que permita conocer la dinámica de la implementación de las medidas de políticas educativas y el cumplimiento de los indicadores respectivos, con la finalidad de retroalimentar de forma oportuna, la toma de decisiones, para ir haciendo sobre la marcha las adecuaciones y ajustes pertinentes a los planes correspondientes.
Para el desarrollo de este proceso, se delegará a la(s) Dirección(es) y Unidades correspondientes, a fin de que sean ellas las que determinen la periodicidad del trabajo de campo y la entrega de resultados, los cuales deberán estar disponibles al público.
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[1] Ver, Discurso de Toma de Posesión del Presidente Armando Calderon Sol, 1º. de junio de 1994.
[2] Ver, Discurso de Toma de Posesión del Presidente Francisco Flores, 1º. de junio de 1999.
[3] PAES: Prueba de Aptitudes para Egresados de Educación Media.
[4] ECAP: Evaluación de Competencias Académicas y Pedagógicas.
[5] Los 4 Estudios son: El Salvador – Estudio Nacional sobre el Sistema de Formación Inicial de Docentes de Educación Básica (1997); Necesidades de Formación de Maestros de Educación Básica 1º. Y 2º. Ciclo (1997); Ruralidad en Educación Básica (2000); y, Evaluación de la Aplicación de la Normativa de la Formación Docente en las Instituciones Formadoras (2000).
PRESENTACIÓN
La calidad de la educación, en el siglo XXI, debe ser para los salvadoreños el gran horizonte hacia donde deben orientarse los esfuerzos humanos, materiales y financieros de parte del Estado y de la sociedad civil. La calidad de la educación es tarea y responsabilidad de todos y de cada uno, aportando desde su propia especificidad y capacidad. El gran sueño y aspiración del pueblo salvadoreño es lograr que niños y niñas tengan acceso universal a la escuela y permanezcan en la misma, pero sobre todo que la escuela les ofrezca una educación de calidad. Sólo de esa manera se estará contribuyendo a superar las condiciones de pobreza económica y cultural de la población salvadoreña y lograr el desarrollo económico y social del país.
La calidad de la educación es un proceso permanente, que no se agota con un programa de gobierno, sino que requiere de un conjunto de políticas de Estado que, fundamentadas en el principio constitucional de que “la persona humana es el principio y fin del Estado”, estén encaminadas a lograr el sueño y la aspiración del pueblo salvadoreño: Obtener una educación de calidad.
Una de las prioridades nacionales del Ministerio de Educación, establecidas en el Plan Decenal (1995-2005), es “Lograr un sistema educativo de calidad, de acceso universal, equitativo y con eficiencia”. Alcanzar un sistema educativo de calidad, requiere de esfuerzos sostenidos por fortalecer las competencias técnico – pedagógicas y humanas de los docentes, desde la formación inicial y durante la formación en servicio; de tal manera de impulsar procesos de formación permanente que posibiliten transformar las prácticas educativas de los docentes en el aula y, por ende, garantizar la calidad de los aprendizajes de niños y niñas que asisten a los centros escolares.
La Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio, se enmarca dentro de los esfuerzos del Ministerio de Educación por mejorar la calidad de la educación, uno de los 4 ejes de la Reforma Educativa en Marcha, que se encuentra contemplado en el “Plan Decenal de Educación (1995-2005)” y en el Documento “Desafíos de la Educación en el Nuevo Milenio (2000-2005).
La presente Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio es el resultado de una amplia consulta nacional que se realizó con funcionarios del Ministerio de Educación, representantes de Instituciones Formadoras (Rectores, Decanos, Formadores de Docentes y Estudiantes), directores y docentes de centros escolares públicos. Las medidas de políticas que se presentan son aquellas en las cuales los actores consultados lograron cierto consenso.
Este documento contiene los elementos principales de la Política Nacional de Formación Docente y está estructurado en 11 apartados, los cuales son: antecedentes, justificación, situación actual de la formación docente, marco de referencia, objetivos, definición y alcance, principios rectores, áreas de acción y medidas de políticas, estrategia general y etapas de implementación, actores responsables de implementar la política, y, monitoreo y evaluación.
CAPÍTULO I: ANTECEDENTES
1.1. Formación Inicial
En la década de los años cincuenta comenzaron a surgir las Escuelas Normales (públicas y privadas), las cuales fueron creciendo aceleradamente hasta llegar a un número de 67 escuelas normales, a nivel nacional, que competían entre sí por la matrícula de estudiantes. Con la Reforma Educativa de 1968, el Estado salvadoreño suprimió todas las escuelas normales existentes y centralizó la formación inicial y perfeccionamiento docente, con la creación de la Ciudad Normal “Alberto Masferrer”, La experiencia de Ciudad Normal “se enmarcaba dentro de la política educativa general de formación de recursos humanos del Estado salvadoreño, en la cual los docentes eran uno de sus pilares fundamentales”. (Nóchez, 1999, Pág. 8). Ciudad Normal “Alberto Masferrer fue administrada por el Ministerio de Educación entre 1968 –1980 y a pesar de ser la experiencia más sistemática y exitosa de formación de docentes fue cerrada en 1980, en el contexto de los problemas políticos – militares que antecedieron a la guerra civil que vivió El Salvador.
A partir de 1981, con el cierre de Ciudad Normal Alberto Masferrer, El Ministerio de Educación transfirió la responsabilidad de la formación inicial de docentes a los bachilleratos pedagógicos, institutos tecnológicos y universidades. Una política educativa, al inicio de la gestión 1989 – 1994, fue la eliminación de la formación de docentes en los institutos tecnológicos y la admisión de alumnos en el bachillerato pedagógico, por las deficiencias técnico-pedagógicas de los futuros docentes.
En 1992, en un esfuerzo por mejorar la calidad de formación de los docentes, el Ministerio de Educación, inicia la elaboración de un plan de formación para I y II ciclo de educación básica. En el año de 1995, cinco instituciones, seleccionadas por el Ministerio de Educación inician la formación docente para I y II ciclo de educación básica, de acuerdo a normas y lineamientos del referido plan.
Con la promulgación de la Ley de Educación Superior, en el año de 1996, es el Ministerio de Educación el responsable de elaborar los planes y programas de estudio, según lo establece el Artículo 57 de dicha Ley.
El Ministerio de Educación, en el año de 1998, autoriza la implementación de nuevos planes de estudio, a 17 instituciones formadoras que cumplían con los requerimientos, para que ofrecieran algunas de las siguientes especialidades: Educación Parvularia, Educación Básica, Inglés, Educación Especial, Matemática, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Lenguaje y Literatura. Ninguna institución formadora fue autorizada para formar docentes en las 8 especialidades, sino que de acuerdo a sus capacidades y competencias se les autorizó un número limitado de especialidades.
A partir del año 2000, el Ministerio de Educación establece el “Normativo de funcionamiento de las carreras de profesorado”, el cual establece los requisitos relativos a: ingreso y egreso de los estudiantes, infraestructura física, recursos de apoyo al aprendizaje, horarios de clases, supervisión de la práctica docente, disposiciones administrativas, entre otros. Dicho normativo eran exigencias que debían cumplir las instituciones formadoras para seguir funcionando.
1.2. Formación en Servicio
La formación en servicio ha sido un esfuerzo realizado por el Ministerio de Educación, desde 1970, cuando en Ciudad Normal Alberto Masferrer se desarrolló un programa de formación dirigido a directores de escuelas unificadas, en el marco de la reforma educativa de 1968. Entre 1989 y 1990 el Programa de Perfeccionamiento Permanente de Maestros en Servicios (PPMS) ofreció cursos de capacitación a directores de escuelas de Educación Básica sobre administración de la educación.
A partir de 1991 se organiza un programa de capacitación dirigido a docentes y directores de escuelas, supervisores y personal técnico de los niveles de Educación Parvularia, I y II Ciclo de Educación Básica. En 1992, la Dirección Nacional de Capacitación ofreció una capacitación sobre administración educativa y regionalización a directores y, en 1993, con el apoyo del Proyecto SABE se capacitó a directores del sector público sobre el mejoramiento cualitativo y el nuevo enfoque curricular que se estaba introduciendo a nivel Parvularia y Básica. En el año de 1994, se desarrolló un proyecto piloto de capacitación a distancia con docentes y directores de I ciclo de Educación Básica. Posteriormente, en 1995, la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) brindó capacitación a directores sobre los procesos de renovación curricular de III Ciclo y Bachillerato.
Desde 1996 hasta 1999, se continuó con el esfuerzo de realizar capacitaciones masivas y centralizadas en las tres regiones principales del país (occidente, central y oriental) vinculadas a la ejecución de proyectos de desarrollo curricular, nuevas modalidades de administración escolar (CDE), Escuela Saludable, Escuelas Modelos de Desarrollo Educativo, producción de materiales educativos de bajo costo, entre otras.
A partir del año 2001, la Dirección de Desarrollo Profesional Docente, implementa la estrategia descentralizada de desarrollo profesional docente, la cual modifica los estilos tradicionales de capacitación masiva, por un concepto de desarrollo profesional de formación y actualización permanente; basado en las necesidades detectadas en las prácticas educativas, capaz de ofrecer, en lo posible, respuestas a la medida y en su ámbito de trabajo o cerca de éste (Ver, Manual de Operaciones del Fondo de Desarrollo Profesional Docente, Pág. 6).
CAPÍTULO 2: JUSTIFICACIÓN
2.1. Compromiso con la calidad de la educación
El Presidente de la República Dr. Armando Calderón Sol (1994-1999), en su discurso de toma de posesión, manifestó que promovería una profunda reforma educativa, donde la calidad y la capacitación de los maestros serían factores de importancia[1]. El Plan decenal de Educación (1995-2005) establece la calidad de la educación como uno de sus ejes principales y se propone como prioridad y objetivo nacional el “lograr un sistema educativo de calidad en sus diferentes niveles educativos” (Plan Decenal de Educación0 Págs. 4 y 11).
El Presidente Francisco Flores (1999-2004), en su discurso de toma de posesión, expresó su interés por asumir el reto de la calidad de la educación.[2] Uno de los objetivos del Ministerio de Educación para el período 2000 – 2005 es “lograr un mejor desempeño de los docentes...” y una de sus líneas estratégicas “redefinir el sistema de capacitación y supervisión para ofrecer asistencia técnica y desarrollo profesional sistemático, flexible y acorde a las necesidades de los docentes” (Desafíos de la Educación en el Nuevo Milenio, Pág. 19).
La calidad de la educación es una prioridad del Gobierno de El Salvador y ha estado y está en la agenda presidencial , desde la década de los noventa, por
ello el Ministerio de Educación ha asumido el compromiso de impulsarla y de mejorarla continuamente; pero, está consciente que la calidad de la educación es una tarea y responsabilidad de todos.
2.2. El desafío de la calidad de la educación
A pesar de los esfuerzos significativos realizados por el Ministerio de Educación, en cumplimiento del compromiso de mejoramiento de la calidad de la educación, las prácticas educativas que realizan los docentes en el aula continúan siendo tradicionales: clase frontales, dictado, copiado. memorización, lectura mecánica, entre otros, prácticas que no contribuyen a un mejoramiento de la calidad de la educación (UCA/REDUC, 2000). Por otro lado, los resultados obtenidos en las evaluaciones de logros de aprendizaje, realizados en el período 1994-2002 en educación básica, media (PAES)[3] y superior (ECAP[4] para profesorados) evidencian que la calidad de la educación es deficiente. En tal sentido, la calidad de la educación se ha convertido en un desafío y prioridad estratégica para El Salvador,
La calidad de la educación es una prioridad estratégica, pues se afirma que “no hay desarrollo económico sin calidad de la educación” (CEPAL- UNESCO, 1992, Pág. 34), El Salvador dispone de abundantes recursos humanos y es su principal riqueza; sin embargo, dicho capital humano aún no cuenta con la formación adecuada y suficiente, que le permita responder a las transformaciones que el entorno nacional e internacional va demandando en el campo laboral, empresarial y tecnológico.
2.3. Calidad de la educación y formación docente
Asumir el desafío de formar el capital humano que El Salvador necesita para hacer frente a los cambios y demandas del entorno nacional e internacional, exige elevar los estándares de calidad de la educación que se brinda en las aulas. Un protagonista fundamental para lograr dicho propósito es el docente, quien debe contar con las competencias necesarias para garantizar aprendizajes significativos en niños, niñas y jóvenes.
Elevar los estándares de calidad de la educación en el aula, supone al mismo tiempo, elevar la calidad de la formación docente inicial y en servicio que se les brinda a los docentes. Calidad de la educación y formación docente son dos elementos de un binomio indisoluble que se necesitan mutuamente, pues no hay posibilidad de lograr calidad de la educación si no contamos con un docente preparado profesionalmente para poder garantizarla.
2.4. Prioridad en la Formulación de Políticas Nacionales
La reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe, realizada en Cochabamba, Bolivia, (2001), ha señalado que “para lograr aprendizajes de calidad en el aula los docentes son insustituibles. La transformación que suponen las reformas se define en la preparación y disposición del docente para la enseñanza”. Además, han destacado la necesidad de “otorgar prioridad al desarrollo de políticas nacionales integrales en relación con la profesión docente, de manera que se revalorice su tarea, y puedan responder de manera efectiva a las demandas de la sociedad”. (UNESCO, 2001, P: 5 y 16).
Si la prioridad del Gobierno y aspiración del pueblo salvadoreño es elevar la calidad de la educación en el siglo XXI y los docentes son insustituibles en dicho propósito, por el impacto que tienen sus prácticas educativas en el aula; se justifica la necesidad de formular una Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio, que ofrezca un conjunto de medidas de políticas de carácter integral, que posibilite al Ministerio de Educación normar y orientar la formación de las presentes y futuras generaciones de docentes. Sólo en la medida, que elevemos la calidad de la formación docente se estará contribuyendo a consolidar el desarrollo económico y social de El Salvador.
CAPÍTULO 3: SITUACIÓN ACTUAL DE LA FORMACIÓN DOCENTE INICIAL Y EN SERVICIO (1992 -2002)
Los esfuerzos del Ministerio de Educación por mejorar la calidad de la formación inicial y en servicio, en el Marco de la Reforma Educativa en Marcha, han sido graduales, tal como se ha señalado en los antecedentes y justificación.
A pesar de los esfuerzos progresivos que se han realizado en cuanto a elaboración de nuevos planes y programas de estudio, autorización de instituciones formadoras para ofrecer determinadas especialidades, normativa administrativa de funcionamiento, Evaluación de Competencias Académicas y Pedagógicas (ECAP) y creación del Sistema de Desarrollo Profesional Docente, aún persisten problemas que se convierten en desafíos y oportunidades para mejorar la calidad de la formación docente inicial y en servicio.
A continuación se describen brevemente los problemas identificados en 4 estudios sobre formación docente[5] realizados por el Ministerio de Educación con el apoyo de la Gessellschaft Für Technsche Zusamenenarbeit (GTZ) de Alemania, los cuales se agrupan en las siguientes áreas:
3.1. Oferta y Demanda:
a) Falta de correspondencia entre el número de docentes formados y las plazas disponibles en el sector público y privado.
b) Ausencia de información actualizada y confiable sobre cuáles son las necesidades reales del número de docentes que necesita el Sistema Educativo Nacional.
3.2. Instituciones Formadoras:
a) Carencia de procesos sistematizados de selección de estudiantes con vocación y aptitud por la docencia.
b) Falta de cumplimiento de la normativa técnica, administrativa y legal orientada a fortalecer la calidad de la formación docente inicial.
3.3. Formadores de Docentes
a) Ausencia de procesos de reclutamiento y selección de docentes idóneos.
b) Carencia de sistemas de evaluación del desempeño de formadores de docentes.
3.4. Centros de Práctica Docente
a) Escasos centros de práctica para estudiantes de educación especial.
c) Carencia de capacitación a directores y personal docente de centros de práctica sobre el proceso de formación docente.
En entrevistas realizadas a funcionarios del Ministerio de Educación, Rectores de instituciones formadoras y resultados de talleres con formadores de docentes y estudiantes de carreras de profesorado, a nivel nacional, se reiteraron los problemas ya identificados anteriormente; pero, se adicionaron los problemas siguientes:
a) Desvinculación entre la formación inicial y en servicio.
b) Ausencia de un sistema de monitoreo y evaluación de la formación docente inicial y en servicio.
c) Carencia de una formación sistemática de los equipos técnicos responsables de la formación docente.
d) Ausencia de sistemas de selección de formadores de docentes.
e) Carencia de programas de formación y actualización de formadores de docentes.
f) Inadecuada infraestructura física para desarrollar procesos de formación docente, según la naturaleza de las distintas especialidades.
CAPÍTULO 4: MARCO REFERENCIAL
4.1. ¿Qué son las Políticas Educativas y cuál es su proceso de elaboración?
Las políticas educativas son “las decisiones del Ramo Ejecutivo que decide qué hacer y qué no hacer en el campo educativo, cuyas decisiones tienen un carácter institucional y son mandatarias para todos los actores que estén vinculadas con ellas” (Aguerrondo, 2000). En tal sentido, las políticas educativas se convierten en tales, cuando los funcionarios del más alto nivel del Ministerio de Educación toman las decisiones sobre cuáles políticas ejecutan y cuáles no.
Las políticas educativas son “una interpretación compartida y fundada acerca de cuáles son los problemas de la educación y de los cursos de acción más viables para resolverlos en un horizonte temporal de mediano y largo plazo”... “una política educativa de Estado es la que ha sido consensuada con todos los actores involucrados. La política incluye una declaración de los problemas que existen y de lo que se puede hacer para resolverlos.(Rojas, 2000).
El proceso formulación de las políticas educativas es dinámico e interactivo y comprende 6 etapas íntimamente relacionadas entre sí: a) análisis de los problemas; b) formulación de las políticas; c) adopción o selección de políticas; d) implementación de políticas; e) evaluación de políticas; y f) ajuste o corrección de políticas (Haddad, 1994, Pág. 10).
4.2. Cambio de paradigma en la educación
Los cambios y transformaciones que ha tenido el paradigma de la educación de cara al siglo XXI, tienen que ver con la redefinición del orden mundial, el cual demanda así mismo un nuevo paradigma de la formación docente que esté acorde a dichos cambios y transformaciones. La sociedad del siglo XXI ya no demanda una educación que trasmita nuevos conocimientos, enseñar cosas, aprender de memoria contenidos; por el contrario, demanda una educación que enseñe a aprender a aprender, fortalezca la capacidad de resolver problemas, ayude a pensar.
El nuevo paradigma de la educación busca pasar de una visión instrumentalista hacia una educación que busque la realización de la persona, cuyo objetivo sea “ayudar a que el educando pueda poner la plenitud de sus potencialidades y talentos al servicio de sus semejantes”. (PNUD, 1998, Pág. 12). En otras palabras, se busca una educación que promueva los 4 pilares fundamentales que propone Delors: “Aprender a conocer”, “Aprender hacer”, “Aprender a convivir” , y, “Aprender a ser”.
El cambio de paradigma de la educación presenta un desafío de trascendencia en la formación docente en el nuevo milenio, que obliga a dar un giro de 180 grados. “La formación docente si desea ser de calidad, no debe buscar "reformar” sino transformar". La transformación supone borrar un viejo paradigma y empezar a construir un modelo nuevo” (Aguerrondo, 1999, Pág. 1).
4.3. Cambio de paradigma en la formación docente
4.3.1. Formación inicial
Formar una nueva generación de docentes dotados de una cultura de compromiso por la calidad, mística de trabajo, ética y responsabilidad social, requiere de un nuevo paradigma de la formación docente inicial. El nuevo paradigma de formación inicial que se debe comenzar a construir debe contar con al menos las siguientes características (Ver Torres, 1997; Roggi,1999; Aguerrondo, 1999):
- Definir nuevas políticas y criterios de selección y reclutamiento de maestros;
- Redefinir los roles del docente;
- Construir un sistema único de formación docente, que vea formación inicial y en servicio como parte de un continuo;
- Repensar las modalidades organizativas y administrativas con que ha venido haciéndose la formación docente;
- Renovar por completo el currículo de la formación docente definiendo con claridad tres ejes fundamentales: tipo de conocimiento, tipo de aprendizaje y tipo de enseñanza.
- Incorporar en el currículo la formación en gestión educativa.
- La práctica como eje ordenador y estructurante del currículo debe realizarse en los diversos niveles y modalidades del sistema.
- Forme en competencias como un saber hacer, con saber y con conciencia.
4.3.2. Formación en Servicio
El nuevo paradigma de la formación en servicio debe ser conceptualizado como con un enfoque sistémico, que integre la formación inicial y en servicio, como un proceso único e integrado. La formación inicial y en servicio, como parte de un sistema de formación, deben estar estrechamente vinculados con la investigación de las prácticas educativas.
La formación en servicio debe desarrollarse a través de un modelo de desarrollo profesional docente concebido como un proceso de formación y actualización permanente que este orientado a mejorar las prácticas educativas en el aula y por ende de la calidad de la educación. El desarrollo profesional docente no puede concebirse sin un desarrollo personal. A la base de todo crecimiento como profesional está el desarrollo y maduración como persona. El desarrollo profesional debe comprender la dimensión técnica y humana (Fernández, 2001, Pág. 3).
El nuevo paradigma de la formación en servicio debería tener las siguientes características (Ver UNESCO, 1996 y 2001; Del Carmen, 1988)
- Diseñar planes de formación a largo plazo.
- Los planes de desarrollo profesional deben tener en cuenta: las características de los docentes, atender las particularidades del lugar de trabajo. ser realistas y adecuados al ritmo de aprendizaje de los docentes.
- La formación debe realizarse en colectivos o grupos de docentes que reflexionan sobre sus prácticas educativas.
- Estar en relación directa con el progreso de los docentes en el tratamiento y solución de los problemas prácticos, con los que se enfrenta en su trabajo cotidiano.
- Debe desarrollar la capacidad de aprendizaje autónomo.
- Creación de equipos pedagógicos de centros, como protagonistas de la ejecución de los planes de formación, orientados a proyectos educativos participativos y renovadores.
- Debe combinarse períodos intensivos de formación, en los que los docentes no dan clases, con períodos de actividad docente donde apliquen lo aprendido.
- Debe darse un seguimiento cercano, después de la formación, para analizar en concreto los problemas que se le presentan al docente en la práctica, orientarle y constatar el grado de adecuación y progreso de los cambios en el aula.
La formación inicial y en servicio deben acreditar las competencias que los docentes van obteniendo, como parte de su proceso de formación permanente, y brindar los incentivos y estímulos necesarios para que los docentes se mantengan en una en una actitud de aprendizaje permanente, que redunde en mejores prácticas en las aulas y por ende en un mejor proceso de aprendizaje de niños, niñas y jóvenes.
CAPÍTULO 5: OBJETIVOS
5.1. Objetivo General:
Normar la formación docente inicial y en servicio para que cumpla con los más altos estándares de calidad y permita formar nuevas generaciones de docentes dotados de mística de trabajo, formación humana - ética, compromiso social y dominio de las competencias de su especialidad, con la finalidad de mejorar la calidad del proceso de aprendizaje de niños, niñas y jóvenes en el aula.
5.2. Objetivos Específicos
5.2.1. Articular la formación inicial y en servicio como un sistema de desarrollo profesional docente, basado en un perfil de competencias o estándares, que los convierta en verdaderos profesionales de la educación en constante formación, actualización y superación.
5.2.2. Contribuir a elevar el desempeño de los docentes en el aula de todos los niveles, modalidades y especialidades educativas, con la finalidad de mejorar las oportunidades de aprendizaje de niños y jóvenes, según sus características biopsicosociales.
CAPÍTULO 6: DEFINICIÓN Y ALCANCES
6.1 Definición
La Política Nacional de Formación Docente, se define como una Política de Estado con visión de largo plazo (15 años) que a través de un conjunto de medidas implementadas, por etapas, por el Ministerio de Educación, busca normar la formación docente inicial y en servicio que ofrecen instituciones formadoras (públicas o privadas o mixtas) y proveedores (personas naturales y jurídicas), a nivel nacional; cuyo propósito fundamental, es garantizar la calidad de la formación docente.
6.2 Alcance
La Política Nacional de Formación Docente es de carácter integral y comprende 11 áreas de acción que están íntimamente articuladas entre sí. Las medidas de política de las primeras 8 áreas de acción estarán referidas a la formación inicial y las 3 restantes a la formación en servicio.
Las medidas de política son de carácter normativo y es competencia del Ministerio de Educación implementarlas, monitorearlas y velar por su fiel cumplimiento, Las medidas de política tienen un alcance nacional y son mandatorias para todas las instituciones que se dedican a la formación docente inicial y en servicio.
El conjunto de medidas de políticas serán implementadas gradualmente en tres etapas: a) corto plazo (2004-2009); b) mediano plazo (2009-2014) y largo plazo (2009-20014).
CAPÍTULO 7: PRINCIPIOS RECTORES
La Política Nacional de Formación Docente se sustenta en los siguientes principios rectores:
7.1. El centro y fin de las políticas educativas orientadas a la formación docente, son los seres humanos, considerados en todas sus dimensiones: personal, social, moral, cultural y espiritual. Por ende el enfoque de la formación docente debe ser humanista, constructivista y socialmente comprometido de acuerdo a los fundamentos curriculares de la educación nacional.
7.2. El horizonte hacia donde se orientan todos los esfuerzos humanos, materiales y financieros de la formación docente es la calidad. Calidad no reducida únicamente a rendimiento académico, sino también calidad en los insumos, procesos de enseñanza – aprendizaje y calidad de desarrollo humano de las personas involucradas.
7.3. La formación docente se enmarca dentro del proceso de educación permanente, fundamentada en los principios de la educación de adultos y en los 4 pilares de la educación propuestos por Delors: aprender a conocer y aprender; aprender a hacer; aprender a convivir; y, aprender a ser.7.4. El punto de partida y de llegada de la formación docente es la práctica educativa de los docentes en el aula, a través de un proceso de acción – reflexión – acción, se transforma y cualifica de forma permanente.
7.5. Las políticas educativas orientadas a la formación docente son integrales, articulando las diferentes áreas que inciden en la calidad de la formación, junto a la valorización social, incentivos, remuneraciones y evaluación del desempeño docente.
7.6. Los docentes son los protagonistas principales de las transformaciones educativas en el aula y centro educativo, por ello su participación en el ámbito del centro educativo, distrito, zona, región o departamento, es imprescindible.
7.7, La calidad de la educación es una tarea y responsabilidad de todos, por ello los distintos actores de la sociedad salvadoreña deben participar aportando desde su propia identidad, especificidad y capacidad al mejoramiento de la calidad de la formación docente inicial y en servicio.
7.8. La formación docente es amplia y a un nivel de dominio tal, que ayuden a los docentes a desempeñarse en el trabajo educativo con personas de distintas edades (niños, jóvenes y adultos); distintas zonas geográficas (urbana, rural y urbano marginal); distintas condiciones sociales; distintas modalidades de administración escolar (ACE, CDE, CECE y privada); distintas tipos de aulas (aula integrada, multigrado) y atender a la diversidad de diferencias individuales.
7.9. La formación docente es un derecho y un deber de los docentes, por tanto, es una corresponsabilidad compartida entre el Ministerio de Educación, quien animará y apoyará la formación permanente para promover el cambio pedagógigo de las prácticas educativas en el aula; y, de los docentes, quienes deben de aprovechar las oportunidades de formación y autoformación que se les brindan, como parte de su desarrollo profesional.
7. 10. La formación docente está fundamentada en los valores que sustenta el Sistema Educativo Nacional, contribuyendo que los docentes sean capaces de desarrollar, en sí mismos, capacidades y potencialidades para servir a sus semejantes.
CAPÍTULO 8: ÁREAS DE ACCIÓN Y MEDIDAS DE POLÍTICAS
El esfuerzo por normar la calidad de la formación docente inicial y en servicio, para lograr altos estándares de calidad en la formación de las futuras generaciones de docentes, requiere de la implementación de un conjunto de medidas de políticas integrales que abarquen las distintas dimensiones o áreas que inciden en la calidad de la formación docente.
El conjunto de medidas de políticas se han agrupado en ocho áreas de acción para la formación inicial y tres áreas para la formación en servicio, El conjunto de medidas de políticas que normarán la formación docente inicial y en servicio, en los próximos 15 años son las siguientes:
8.1 Áreas de acción y medidas de políticas para la Formación Docente
Inicial
8.1.1. Área de Acción: Oferta y Demanda
- Medida de Política: Realizar Estudios de oferta y demanda de carreras de profesorados en el Sistema Educativo Nacional.
Se realizarán estudios de oferta y demanda, periódicos, orientados a conocer el número de docentes graduados, que se encuentran desempleados, y los que se necesitan incorporar en el sector público y privado a nivel nacional, regional y/o departamental; de tal manera, que permita conocer con precisión qué número de docentes se necesitan contratar en el sistema educativo nacional en las distintos niveles, modalidades y especialidades en el corto, mediano y largo plazo. Cuando los estudios así lo indiquen se podrán cerrar aquellas carreras que no tienen demanda o bien aquellas que están generando una sobre oferta de docentes.
De acuerdo a los estudios de oferta y demanda se elaborarán planes quinquenales de inserción de docentes en los distintos niveles, modalidades y especialidades, dando prioridad, a aquellos departamentos y regiones que los estudios hayan identificado con mayor demanda de docentes. Para garantizar la inserción gradual de los docentes, se harán las proyecciones financieras a fin de tener el respaldo presupuestario que permita la permanencia de las plazas que se vayan asignando.
Los estudios además estarán orientados a identificar potenciales carreras, que según el contexto económico y social, nacional y /o regional, demanden formar docentes en el corto, mediano y largo plazo.
8.1.2. Área de Acción: Planes y Programas de Estudio
- Medida de Política: Diseñar, revisar y actualizar, de forma permanente, planes y programas de estudio, con la participación de todos los actores vinculados a la formación docente inicial.
Se elaborarán, revisarán y actualizarán, planes y programas de estudio, con la participación directa y activa de todos los actores que están vinculados con la formación docente: formadores de docentes, estudiantes, docentes en servicio, personal técnico del Ministerio de Educación, y cualquier otro actor que se estime conveniente.
La revisión y actualización de planes y programas de estudio estará sobre la base de un sistema de monitoreo y evaluación de la aplicación e impacto de planes y programas de estudio en las distintas instituciones formadoras. El equipo técnico del Ministerio de Educación tendrá la conducción y liderazgo sobre el proceso de elaboración, revisión y actualización de planes y programas de estudio; y, velará por qué estos se ajusten a los fines, principios y objetivos de la educación nacional. Los planes y programas de estudio deben incorporar enfoques actualizados y pertinentes a nuestra realidad nacional, regional y local.
El equipo técnico podrá crear las comisiones que crea pertinente y establecerá la periodicidad de cada cuánto se hará la actualización y cuando se hará la revisión estructural, de fondo. El espíritu, es garantizar que no se vaya a estar en un permanente cambio de planes y programas, cuando talvez no se han terminado de implementar adecuadamente.
8.1.3. Área de Acción: Sistema de Acreditación
-Medida de Política 1: Acreditar a los formadores de docentes en las especialidades que imparten.
Se diseñará e implementará un sistema de acreditación para los formadores de docentes, de tal manera, que nadie ejerza la docencia en las instituciones formadoras si no comprueba que está debidamente acreditado en la respectiva especialidad que imparte.
Para llevar adelante el proceso de acreditación se crearán, a nivel regional, Comisiones Ad – Hoc, que estarán integradas por: Representantes del Ministerio de Educación, instituciones formadoras y, gremiales profesionales. Dichas Comisiones harán las convocatorias para acreditarse, de forma pública, 2 veces al año,
Las áreas en las cuales los formadores de docentes deben demostrar competencias, para ser acreditados, serán las siguientes: a) pedagógica; b) técnica (dominio de la especialidad); y c) desarrollo humano. La acreditación será personal e intransferible y tendrá una duración de tres años, renovables. La renovación estará sujeta a las evaluaciones del desempeño que las instituciones formadoras apliquen anualmente. El criterio de renovación será haber alcanzado el 75% de los criterios de evaluación durante los 2 años anteriores.
-Medida de Política 2: Seleccionar. Acreditar y Capacitar a Centros de Práctica Docente
Se seleccionará, acreditará y capacitará a instituciones públicas y privadas, en los distintos niveles y modalidades de administración escolar, en los 14 departamentos del país, que puedan garantizar la calidad de la práctica docente.
Se convocará anualmente a centros escolares que reúnan las condiciones organizativas, administrativas y técnico - pedagógicas; para que voluntariamente participen del proceso de acreditación. Para tal fin, se creará una Comisión Nacional de Acreditación de Centros de Práctica Docente, la cual estará formada por representantes de: Ministerio de Educación, Instituciones Formadoras y Estudiantes de distintas instituciones formadoras.
La acreditación se otorgará y renovará, anualmente, previa evaluación del desempeño del centro de práctica docente, realizada de forma conjunta por las instancias correspondientes del Ministerio de Educación, las instituciones formadoras y el director/a del centro escolar .
Se harán los esfuerzos sistemáticos por establecer mecanismos y procedimientos para reconocer, estimular y premiar a los centros de práctica docente acreditados, que apoyen el proceso de formación inicial de docentes.
8.1.4. Sistema de Evaluación
- Medida de Política 1: Diseñar e implementar anualmente un sistema estandarizado de evaluación del desempeño de los formadores de docentes
Se diseñara e implementará, con la participación de las instituciones formadoras, un sistema estandarizado de evaluación del desempeño de los formadores de docentes, que será aplicado en todas las instituciones formadoras a nivel nacional
La evaluación del desempeño será anual y se aplicará al 100% de los formadores de docentes. Cuando un formador de docentes trabaje en más de una institución, se le aplicará la evaluación en igual número de instituciones.
Se diseñará una Base de Datos donde se llevarán los registros de las evaluaciones del desempeño de los formadores de docentes, que anualmente remitan las instituciones formadoras. El Ministerio de Educación, cuando lo estime conveniente, podrá realizar visitas a las instituciones formadoras, para verificar la confiabilidad de los resultados de la evaluación del desempeño.
- Medida de Política 2: Diseñar e implementar pruebas estandarizadas a graduados de las distintas carreras de profesorados, como requisito de ingreso al escalafón docente.
La formación docente inicial es responsabilidad directa de las instituciones formadoras que ofrecen las distintas carreras de profesorado. Sin embargo, se debe garantizar que los docentes que se incorporen al escalafón docente cumplan con las competencias necesarias para tener un desempeño idóneo y exitoso dentro del aula. Para ello, se establecerán pruebas estandarizadas anuales (teóricas, orales y prácticas) a los graduados de las distintas especialidades, como requisito previo de incorporación al escalafón docente.
El Ministerio de Educación reconocerá los méritos académicos y pedagógicos de los graduados que hayan obtenido los mejores resultados en las pruebas estandarizadas, extendiéndoles un Diploma de Distinción Docente, el cual deberán presentar al Tribunal de la Carrera Docente para que tengan prioridad al momento de asignar plazas oficiales. De esa manera se podrá garantizar que los docentes mejor preparados y que hayan tenido excelentes resultados en las pruebas estandarizadas se incorporen a mejorar la calidad de la educación.
8.1.5. Formadores de docentes
- Medida de Política: Elevar el nivel de profesionalización de los formadores de docentes,
Se elaborará en coordinación con las instituciones formadoras, un plan conjunto de formación y actualización de corto, mediano y largo plazo, que permita elevar el nivel de profesionalización de los formadores de docentes por medio de; Diplomados, Maestrías y Doctorados. El plan de formación y actualización, deberá estar en completa correspondencia con el perfil de competencias que hayan definido los mismos formadores de docentes.
Para la ejecución del plan el Ministerio de Educación y las instituciones formadoras, crearán las comisiones correspondientes para que puedan operativizar dicho plan de formación y actualización.
8.1.6. Área de Acción: Modalidades de formación docente inicial
-Medida de Política: Crear Institutos Especializados de Formación Docente Inicial
Se crearán Institutos Especializados para la formación docente inicial, en el ámbito nacional o regional, por medio de convenios o cartas de entendimiento entre el Ministerio de Educación y las universidades acreditadas por su calidad académica. La duración de dichos convenios tendrá una duración de 5 años renovables y el criterio de renovación será que las universidades logren, durante dicho período, que en un 80% sus egresados obtengan una nota mínima de 7.0 en la Evaluación de Competencias Académicas y Pedagógicas (ECAP).
Se buscarán los mecanismos, procedimientos y estrategias pertinentes para garantizar que los egresados de los Institutos Especializados con notas de 7.0 o más, tengan prioridad, al momento de nombramientos de plazas oficiales y / o contratación en las instituciones privadas.
La experiencia de los Institutos Especializados debe concentrar los recursos provenientes de parte del Estado, las Instituciones Formadoras, la Cooperación Internacional y las cuotas de los estudiantes, con el propósito de elevar la calidad de la formación docente inicial.
Los Institutos Especializados contarán con los docentes más calificados en las distintas especialidades que imparten y laborarán a tiempo completo; contarán con su propio centro de recursos de aprendizaje y dispondrán de la infraestructura física acorde a la naturaleza de las carreras de profesorado que ofrecen.
8.1.7. Área de Acción: Integración de la formación docente inicial y en servicio
- Medida de Política: Articular la formación inicial con la formación en servicio, como un proceso permanente de desarrollo profesional docente.
La formación inicial y la formación en servicio serán parte de un proceso integrado de formación permanente, el cual estará orientado de forma progresiva, hacia el logro del perfil de competencias que el docente salvadoreño debe alcanzar, a lo largo de su desarrollo profesional docente.
La formación inicial y en servicio como un proceso articulado de formación permanente, estará en sintonía y coherencia con los fines, políticas, objetivos,
principios y líneas estratégicas de la reforma educativa en marcha y
tendencias de la formación docente a escala mundial.
La articulación entre la formación inicial y en servicio, partirá de la elaboración del perfil de competencias que los docentes deben lograr, de forma gradual, desde su formación inicial hasta que se retira con sus 30 años de servicio en el magisterio. El perfil de competencias podría establecer los siguientes niveles:
- Nivel VI Formación; Durante los años de la formación inicial.
- Nivel V Inducción: Durante los primeros 5 años de servicio docente.
- Nivel IV Profesionalización: Desde el año 5 al 15 de servicio docente.
- Nivel III Especialización: Desde el año 16 al 20 de servicio docente.
- Nivel II Actualización: Desde el año 21 al 25 de servicio docente.
-Nivel I Asesoría: Desde el año 26 al 30 o más de servicio docente.
Para finalizar un nivel y pasar al otro deberá acreditar las competencias establecidas en el perfil y así continuar con su proceso de formación y actualización. Ello implica que cada nivel (VI al I) debe tener su propio plan de formación docente el cual se podrá desarrollar combinando acciones formativas centralizadas y descentralizadas donde los docentes tendrán un protagonismos relevante en su proceso de autoformación.
8.1.8. Área de Acción: Monitoreo y Evaluación
- Medida de Política: Diseñar e Implementar un Sistema de Monitoreo y Evaluación
Se diseñará e implementará un Sistema de Monitoreo y Evaluación de la normativa (administrativa y legal), planes y programas de estudio y su impacto en la formación docente inicial. El monitoreo se realizará, al menos una vez cada ciclo académico (2 veces año), y, la evaluación se realizará anualmente.
La Dirección Nacional de Monitoreo y Evaluación será la entidad responsable de diseñar, implementar y retroalimentar oportunamente la toma de decisiones que fortalezcan la calidad de la formación docente inicial.
8.2. Políticas de formación docente en servicio
8.2.1. Área de Acción: Acreditación Docente
- Medida de Política: Diseñar e implementar un sistema de acreditación de formación y actualización docente
Todos los docentes activos en el sistema educativo deberán acreditar sus competencias académicas, pedagógicas y de desarrollo humano, en función de los niveles y competencias, que de forma progresiva deben ir logrando a lo largo de sus años de servicio.
La acreditación tendrá un carácter obligatorio y será responsabilidad de la Dirección de Desarrollo Profesional Docente administrar dicho proceso y velar por que éste sea ágil, eficaz y eficiente.
8.2.2. Área de Acción: Incentivos Docentes
- Medida de Política: Diseñar e implementar un sistema de incentivos a los docentes
Se diseñará e implementará un sistema de incentivos a los docentes que reconozca, estimule e incentive la acreditación académica, pedagógica y de desarrollo humano, según los niveles y competencias establecidos. Los incentivos serán otorgados cada vez que los docentes se acrediten en los niveles correspondientes y durarán hasta que los docentes se acrediten en el nivel siguiente posterior. Los incentivos no serán acumulables.
La escala de incentivos mínimos, según los niveles acreditados, será la siguiente:
VI - Formación Inicial: Becas para la continuación de estudios de licenciatura o participación en eventos pedagógicos a nivel internacional o realización de pasantías en el extranjero
V - Inducciòn: Becas de estudio para hijos/as o realización de estudios de Maestría.
IV - Profesionalizaciòn: Bono para canasta básica familiar o transporte.
III – Especialización: Bono para vacaciones recreacionales.
II – Actualizaciòn: Bono para mejoramiento de vivienda o mantenimiento de vehículo.
I – Asesoría: Bono de jubilación
La Dirección de Recursos Humanos será la instancia responsable de administrar de forma ágil, eficaz y eficiente el otorgamiento anual de los incentivos, previa copia de la acreditación respectiva entregada por la Dirección de Desarrollo Profesional Docente.
8.2.3. Área de Acción: Sistema de Monitoreo y Evaluación
- Medida de Política: Diseñar e implementar un sistema de monitoreo y evaluación de la formación en servicio.
Se diseñará e implementará un sistema de monitoreo y evaluación que permita dar seguimiento permanente a los distintos procesos relacionados con la ejecución e impacto de la formación en servicio. El monitoreo y evaluación identificará logros y problemas que va enfrentando la formación docente y retroalimentará de forma oportuna y pertinente la toma de decisiones para fortalecer la calidad de los aprendizajes en el aula.
La Dirección Nacional de Monitoreo y Evaluación y la Dirección de Desarrollo Profesional Docente, serán las responsables del diseño e implementación del sistema de monitoreo y evaluación de la formación en servicio. De forma conjunta, organizarán los equipos técnicos correspondientes, a fin de que realicen dicho trabajo en campo. El monitoreo y evaluación deberá ser sistemático y recurrente y estará fundamentada en un plan de trabajo anual.
CAPÍTULO 9: ESTRATEGIAS GENERALES Y ETAPAS DE IMPLEMENTACIÓN
Para que el conjunto de medidas de políticas educativas se implementen, se garantice su viabilidad y alcancen los resultados esperados, se ejecutarán las siguientes estrategias generales y etapas de implementación:
9.1. Estrategias Generales:
9.1.1. Divulgar el Documento de la Política Nacional: Se realizará una amplia divulgación, a nivel nacional e internacional, para que los diferentes sectores de la sociedad salvadoreña y organismos de cooperación técnica y financiera, conozcan la estructura y contenido del Documento de la Política Nacional.
La divulgación se hará a través de una edición especial de la Política Nacional, medios de comunicación social, presentaciones a sectores específicos (Asamblea Legislativa, Consejo de Ministros, Organismos de Cooperación Internacional, Gremios Docentes, Iglesias, entre otros), participación en foros nacionales e internacionales, publicación en revistas o boletines, sitio WEB del Ministerio de Educación o de otras instituciones especializadas en educación (UNESCO, PREAL, REDUC, IIPE, OEI y otros más), que permitan que el Documento de Política Nacional sea ampliamente conocida para lograr el apoyo y compromiso de todos con la calidad de la formación docente.
9.1.2. Crear un Comité Interinstitucional responsable de la implementación de la Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio.
Se creará una Comité Interinstitucional que se responsabilizará de la implementación y coordinación, de la Política Nacional de Formación Docente. En dicha Comité participarán todas las Direcciones Nacionales del Ministerio de Educación vinculadas directamente con la formación inicial y en servicio; representantes de las instituciones formadoras, representantes de gremios docentes y otros organismos que el Ministerio de Educación estime conveniente. La presidencia de dicha comisión será responsabilidad del Ministerio de Educación.
9.1.3 Elaborar planes quinquenales: Se elaborarán planes quinquenales que correspondan, a cada uno de los períodos de gobierno, para llevar adelante las distintas medidas de políticas educativas correspondientes a cada una de las etapas de corto, mediano y largo plazo propuestas en el presente documento.
Los planes quinquenales deberán ser elaborados con la participación de los actores vinculados directa o indirectamente con las medidas de políticas educativas que se programan ejecutar en el período correspondiente.
Los planes quinquenales contarán con los recursos humanos, materiales y financieros, para llevarlos adelante y lograr el impacto deseado.
9.1.4. Gestionar recursos: Se deberá elaborar un plan estratégico, de largo plazo, para la gestión de recursos: materiales, financieros y de capital humano, que vengan a complementar los recursos provenientes de parte del Estado. La gestión de recursos tendrá dos ámbitos de acción: nacional e internacional, y se irán gestionando según las prioridades establecidas en los planes quinquenales.
La gestión de recursos tendrá varias fuentes: Firma de convenios de cooperación técnica con organismos internacionales o instituciones especializadas en la formación docente; asignaciones de fondos no reembolsables de organismos bilaterales o multilaterales; creación de fideicomisos de parte del sector privado; donaciones de parte de fundaciones nacionales e internacionales; concesión de becas y pasantías de países amigos; financiamiento de proyectos de agencias y organismos no gubernamentales de cooperación internacional; y, préstamos de los bancos de desarrollo.
9.1.5. Revisar y adecuar, de forma periódica, el marco jurídico – legal que sustenta la formación docente inicial y en servicio.
El marco jurídico – legal establecido en la Ley General de Educación, Ley de la Carrera Docente y Ley de Educación Superior y cualquier otra normativa relacionada con la formación docente inicial y en servicio, tendrá que ser revisada y adecuada, periódicamente, para garantizar que exista coherencia, armonía y aplicabilidad entre dichas leyes y normativas, con la presente política nacional de formación docente.
Se garantizará que el marco jurídico - legal, que sustenta la formación docente, sé este actualizando de forma permanente, a fin de lograr que las innovaciones tengan viabilidad en su implementación.
9.1.6. Evaluar y adecuar los modelos de formación docente inicial y en servicio
Se establecerán los mecanismos y procedimientos pertinentes, para evaluar periódicamente el modelo de formación docente inicial y en servicio y se irá adecuando a los cambios y tendencias de formación docente que van surgiendo en el campo educativo, a nivel internacional, y a las demandas de formación que le plantea el entorno económico y social de El Salvador.
9.2. Etapas de Implementación
La formación docente inicial y en servicio, no es un proceso que se improvisa y se logra en un período de gobierno; si no por el contrario, exige y demanda de una actitud preactiva y estratégica para ir definiendo los cambios de forma gradual y progresiva. Ello implica, ejecutar el conjunto de medidas de políticas educativas, por etapas, de corto, mediano y largo plazo.
9.2.1. Etapa 1: Corto Plazo (2004 – 2009)
Medidas de Políticas Educativas:
a) Crear Institutos Especializados de formación docente inicial.
b) Diseñar, revisar y actualizar de forma permanente los Planes y Programas de Estudio, con la participación de todos los actores vinculados a la formación docente.
c) Seleccionar. Acreditar y capacitar a centros de práctica docente.
d) Acreditar a los formadores de docentes en las especialidades que imparten.
e) Diseñar el sistema de evaluación del desempeño de los formadores de docentes.
f) Diseñar e implementar pruebas estandarizadas a graduados de las distintas carreras de profesorados.
g) Diseñar e implementar un Sistema de Monitoreo y Evaluación para la formación inicial.
9.2.2. Etapa 2: Mediano Plazo (2009 – 2014)
Medidas de Políticas Educativas:
a) Realizar Estudios de oferta y demanda de carreras de profesorado en el Sistema Educativo Nacional.
b) Articular la formación inicial y en servicio.
c) Diseñar e implementar un sistema de acreditación de la formación docente inicial y en servicio
d) Crear un sistema de incentivos a la formación docente.
e) Diseñar e implementar un Sistema de Monitoreo y Evaluación de la formación en servicio.
9.2.3. Etapa 3: largo Plazo: (2014-2019)
Medidas de Políticas Educativas:
a) Elevar el nivel de profesionalización de los formadores de docentes
b) Establecer requerimientos diferenciados para la autorización del funcionamiento y/ o renovación de carreras de profesorado.
CAPÍTULO 10: ACTORES RESPONSABLES DE LA IMPLEMENTACIÓN
La implementación del conjunto de medidas de políticas educativas, por áreas de acción, que forman parte de la Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio, no es de exclusiva responsabilidad del Estado y del Ministerio de Educación. Por tener un carácter nacional la tarea y responsabilidad debe ser asumida por diferentes actores de la vida nacional.
Los principales actores y funciones de los responsables de la implementación de la Política Nacional de Formación Docente Inicial y en Servicio, son:
10.1. Gobierno Nacional: Establece la formación docente, como una política prioritaria y estratégica para el desarrollo económico y social de El Salvador y asigna, de forma gradual y sostenida, al Ministerio de Educación los recursos financieros para garantizar la calidad de la formación docente.
10.2. Ministerio de Educación: Ente rector, normativo y garante de la calidad de la formación docente inicial y en servicio.
10.3. Instituciones formadoras: Garantizar las condiciones físicas, pedagógicas y recursos de apoyo al aprendizaje para una adecuada formación docente.
10.4. Alumnos – docentes: Dedicarse con esmero y esfuerzo por adquirir las competencias necesarias para un desempeño exitoso en el aula y la escuela.
10.5. Gremios Docentes: Mantener una actitud propositiva y de apoyo, en búsqueda de garantizar la calidad de la formación que reciben los docentes de las instituciones formadoras y proveedores de servicios.
10.6. Proveedores de servicios: Brindar servicios de calidad y pertinentes a los contextos locales y mantener una actitud ética y profesional en la prestación de sus servicios.
10.7. Empresa Privada: Apoyar en todos aquellos esfuerzos tendientes a mejorar la calidad de la formación docente.
10.8. Organismos de Cooperación Internacional: Brindar asistencia técnica y financiera, en el campo de la formación docente inicial y en servicio, según necesidades y requerimientos del país.
En la medida que todos los actores asuman la formación docente inicial y en servicio, como un proyecto estratégico de nación, se contribuirá a elevar la calidad de la educación a la que aspiramos todos los salvadoreños.
CAPÍTULO 11: MONITOREO Y EVALUACIÓN
El Ministerio de Educación como ente Rector de la Política Nacional de Formación Docente establecerá las instancias, mecanismos y metodología más apropiada para la realización del monitoreo y evaluación del conjunto de políticas educativas que se han establecido en el presente Documento de Política Nacional.
El Monitoreo y Evaluación estará fundamentado en los planes quinquenales y en los planes operativos anuales que se deriven del mismo, de tal manera que permita conocer la dinámica de la implementación de las medidas de políticas educativas y el cumplimiento de los indicadores respectivos, con la finalidad de retroalimentar de forma oportuna, la toma de decisiones, para ir haciendo sobre la marcha las adecuaciones y ajustes pertinentes a los planes correspondientes.
Para el desarrollo de este proceso, se delegará a la(s) Dirección(es) y Unidades correspondientes, a fin de que sean ellas las que determinen la periodicidad del trabajo de campo y la entrega de resultados, los cuales deberán estar disponibles al público.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
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[1] Ver, Discurso de Toma de Posesión del Presidente Armando Calderon Sol, 1º. de junio de 1994.
[2] Ver, Discurso de Toma de Posesión del Presidente Francisco Flores, 1º. de junio de 1999.
[3] PAES: Prueba de Aptitudes para Egresados de Educación Media.
[4] ECAP: Evaluación de Competencias Académicas y Pedagógicas.
[5] Los 4 Estudios son: El Salvador – Estudio Nacional sobre el Sistema de Formación Inicial de Docentes de Educación Básica (1997); Necesidades de Formación de Maestros de Educación Básica 1º. Y 2º. Ciclo (1997); Ruralidad en Educación Básica (2000); y, Evaluación de la Aplicación de la Normativa de la Formación Docente en las Instituciones Formadoras (2000).
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