viernes, 21 de septiembre de 2007

DESAFÍOS Y ESTRATEGIAS PARA ENFRENTAR EL DESARROLLO SOCIAL DE EL SALVADOR

Mario Nóchez, junio 1999
I - Contexto social salvadoreño

El Salvador está situado en el Istmo Centroamericano, y cuenta con una extensión territorial de 19,641.7 KM2, dividida en 14 departamentos, 262 municipios y 2,196 cantones. Según las proyecciones a 1997 realizadas con base en el último Censo Nacional de Población y Vivienda, El Salvador cuenta con una población de 5,787,766 habitantes, de los cuales 3,039,020 son mujeres (52 por ciento) y 2,748,746 son hombres (48 por ciento). El 40 por ciento de la población se concentra entre 10 - 29 años, lo que significa que es una población bastante joven.[1]

El Gobierno de la República de El Salvador en su Plan de Desarrollo Social (1994 - 1999) proponía elevar el gasto social hasta el 50 por ciento del presupuesto general de la nación.[2] Sin embargo, la dinámica seguida en los últimos años ha demostrado lo contrario.

En 1996 y 1997 del presupuesto general de la nación se destinó un 24.35 y un 25.1 por ciento para gasto social respectivamente, mientras que para 1998 se ha asignado únicamente el 24.5 por ciento del total del presupuesto de la nación.[3] A pesar de que el ramo de educación es el que mayor asignación presupuestaria tiene (16.1 por ciento), en conjunto, las ramas consideradas dentro del gasto social (educación, salud, vivienda y trabajo) disminuyeron su participación porcentual en el total del presupuesto, haciendolo retroceder a los niveles de hace dos años; pero lo más grave es la disminución del gasto en salud pública disminuyendo de un 8.6 por ciento en 1997 a un 7.9 por ciento en 1998.[4]

El monto de lo destinado a la deuda pública (interna 7.4 por ciento y externa 9.7 por ciento) representa el 17.1 por ciento, lo cual contrasta con lo asignado a educación (16.1 por ciento), que es el sector que mayor porcentaje tiene asignado en el presupuesto de 1998, por lo que se puede afirmar que la deuda pública se podría convertir en uno de los principales competidores del gasto social y por ende en un obstáculo para atender las necesidades básicas de la población salvadoreña.[5]

La insuficiencia y reducción del gasto social, en los últimos años, reflejan el impacto de los recursos asignados en campos como la educación, salud, vivienda y empleo.

En educación, que ha sido uno de los sectores que mayores recursos ha recibido del total de presupuesto general de la nación y de la cooperación internacional, con el propósito de fortalecer la reforma educativa, se pueden destacar avances importantes en los 4 ejes que se propuso la misma[6]:
a) Cobertura, se ha incrementado desde 1994 a 1997 en un 8.5 por ciento, en todos los niveles educativos; principalmente en el sector público y en el área rural, logrando mayor equidad entre géneros y disminuyendo el analfabetismo a 21.5 por ciento;
b) Mejoramiento de la calidad educativa, con el diseño de nuevos currículos, institucionalización de la escuela de padres, dotación de recursos y materiales didácticos, capacitación a docentes, mejoras en los salarios de los mismos y organización de un sistema de evaluación e investigación que retroalimente el proceso de enseñanza - aprendizaje;
c) Modernización institucional, se ha aprobado la Ley General de Educación; Ley de Educación Superior; Ley de la Carrera Docente; creación de 14 direcciones departamentales; y, descentralización de los servicios a nivel local, con la creación de los Consejos Directivos Escolares (CDE) donde participan padres de familia, maestros y alumnos; mejoramiento de la infraestructura física;
d) Promoción de valores, a partir de 1998 se está impulsando a nivel nacional, en escuelas públicas y privadas, con el apoyo de uno de los periódicos de mayor circulación en El Salvador; un programa masivo de formación de valores, con la finalidad de fortalecer los valores cívicos y morales.

En síntesis, la eficiencia del sistema educativo salvadoreño en términos generales, ha mejorado levemente dado que, por un lado, la promoción ha aumentado, las tasas de analfabetismo, deserción y repitencia han disminuido, aunque todavía no lo suficiente en proporción a la dimensión de los problemas; principalmente en las zonas rurales.

Es importante resaltar que el éxito logrado por el Ministerio de Educación, en la reforma educativa, se ha debido a cinco factores importantes: asignación de recursos financieros nacionales e internacionales, liderazgo institucional, predominio de lo técnico sobre lo político, articulación entre procesos, y participación de los diferentes sectores de la sociedad civil.

Las principales debilidades del sector educación son dos: primero, del presupuesto ordinario asignado el 66 por ciento es para cubrir remuneraciones, y segundo, depende en buena medida de préstamos y ayudas internacionales, lo que pone en peligro la sostenibilidad de los logros alcanzados a largo plazo.[7]

En Salud, la situación es mucho más crítica, no sólo por la disminución en la asignación de recursos nacionales e internacionales, sino sobre todo porque no hay claridad de cuáles deben ser las prioridades, entre el sector público y privado, sobre el horizonte donde debe de apuntar la reforma del sector. Sin embargo, el Ministerio de Salud ha impulsado algunas estrategias como las siguientes: descentralización de servicios; programas de almuerzos y refrigerios escolares; el Programa de Escuela Saludable en coordinación con el Ministerio de Educación; ampliación de horas de atención en consultorios de primer nivel; revisión y adecuación de la legislación y regulaciones del sector en relación al Consejo Superior de Salud Pública, Junta de Vigilancia Profesionales; Código de Salud; simplificación de procedimientos administrativos para atención al público, integración del trabajo con ONG´s y municipalidades, entre otras".[8]

El principal esfuerzo del sector salud ha sido la disminución de enfermedades como la poliomielitis, sarampión, difteria y el control de la tosferina y el tétano neonatal, como producto de la implementación de la medicina preventiva.[9]

A pesar de los esfuerzos realizados aún prevalecen la desnutrición y las enfermedades contagiosas, resurgen la malaria y el dengue, el SIDA se expande, las madres y sus hijos sufren las consecuencias de condiciones de salud deficientes, la tasa de mortalidad es de 45 por cada 10,000 nacidos lo que a nivel mundial es todavía demasiado elevada.[10] El nivel de cobertura aún es muy precario ya que, en la mayoría de defunciones un 55% son causadas por enfermedades que fácilmente se pueden prevenir, es el caso de la diarrea, bajo peso y enfermedades respiratorias. En el ámbito nacional, el 70% de los establecimientos de salud no poseen médico permanente y existe una proporción de una cama por cada 86 enfermos.[11]

El 20 por ciento de los niños está desnutrido, en las áreas urbanas prevalecen las enfermedades crónicas y los embarazos de las adolescentes son un problema serio, incluso la tasa de fertilidad adolescente es una de las más altas de la región. A todo esto hay que agregar que el acceso al servicio es geográficamente desigual y su calidad es administrativa y clínicamente pobre. El cuadro que presenta la salud de la nación, cuyos indicadores están por debajo de los de la región, es bastante sombrío.[12]

Con respecto a la vivienda de un total de 1,235,484 hogares 751,178 (60.1%) son propietarios, 116,695 (9.4%) son propietarios pagando a plazos y 154,327 (12.5%) son inquilinos, de los cuales 42,558 (28%) viven en una pieza de mesón. El 42.5% de los hogares tiene una habitación y el número de personas por hogar es de 4.68%., lo cual indica el alto grado de hacinamiento de la familia salvadoreña. En cuanto servicios básicos, un 22.3% carece de energía eléctrica, 50.6% no poseen cañería para agua potable, 67% no cuenta con baño propio y el 67.7% no dispone de servicio sanitario dentro de su vivienda.[13]

En relación con el empleo, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), señala que en El Salvador entre 1996 y 1997 la tasa de desempleo se incrementó desde 7.7 por ciento a más del 8 por ciento, y el subempleo con una elevada tasa cerca del 50 por ciento. [14] Según datos oficiales, del total de ocupados a nivel nacional cerca del 70 por ciento percibe menos del salario mínimo vigente (US$ 132.00), por lo que el impacto sobre los hogares se agrava aún más, si se considera que en el año de 1997, la canasta básica fue de aproximadamente de US$245.50 y la canasta de mercado de US$541.60, lo que evidencia que la mayoría de ocupados y desocupados sólo puedan satisfacer medianamente la canasta básica (cubren únicamente alimentación) y no así la canasta de mercado (alimentación, vestuario, vivienda y misceláneos), lo que se agudiza más en la zona rural, ya que los salarios representan únicamente el 51% de los salarios de la industria y servicios; acentuando así la deficiencia de los salarios ya que no guardan relación con los procesos inflacionarios.[15]

El poder adquisitivo de los salarios, principalmente del mínimo, se ha visto seriamente afectado como producto de los procesos de privatización de servicios básicos para la población como son: energía eléctrica, teléfono y sistema de previsión social.

Si se considera la pobreza extrema, como la imposibilidad de adquirir al menos la canasta básica de alimentos necesaria para la subsistencia; y, la pobreza relativa, como la incapacidad de adquirir la canasta ampliada, de una familia promedio de 4.54 miembros; se puede afirmar que entre 1995 y 1996, la pobreza extrema pasó de 18.3 a 21.6 por ciento y la pobreza relativa de 29.4 a 30.3 por ciento; y, la pobreza total de 47.7 a 51.1 por ciento, alcanzando en los hogares rurales un 64 por ciento.[16]

Paradójicamente el crecimiento económico alcanzado en 1997,4 por ciento del PIB,[17] refleja bonanza económica; sin embargo, no está satisfaciendo las necesidades básicas de la población salvadoreña, especialmente de los más pobres. Por ello Zumbado destaca " que una sociedad puede alcanzar buenos indicadores y, sin embargo la vida cotidiana de la mayoría de los habitantes puede empeorar, porque el avance económico aunque requisito imprescindible para el progreso, no se "derrama automáticamente".[18]

El Obispo Auxiliar de San Salvador, Mons, Gregorio Rosa Chávez ha afirmado: " Como duele ver cada día la lucha de las familias por salir adelante en un país que no les está ofreciendo lo que tienen derecho: pan, salud, educación, vivienda, trabajo, tranquilidad. La primera violencia que debemos combatir es la pobreza".[19] La no satisfacción de necesidades básicas, es una de las causas en los últimos años, del incrementó de s índices de violencia, delincuencia común y crimen organizado, llegando a considerarse a El Salvador como el país más violento y peligroso de Latinoamérica.[20]

II - DESAFÍOS

La problemática social de El Salvador, antes descrita, plantea desafíos prioritarios que deben ser abordados integralmente desde dos frentes: el ámbito nacional y el organizacional.

El principal desafío, en el ámbito nacional, es convertir las políticas sociales en políticas de Estado.

Históricamente los programas de desarrollo social han sido patrimonio de los gobiernos de turno y una vía que el partido político, que detenta el poder, utiliza de plataforma para hacer proselitismo y ganar simpatías electorales. Está práctica viciada, ha tenido una visión de corto plazo (5 años, lo que dura el período presidencial), resistencia y falta de apoyo de los partidos políticos de oposición, y lo más grave todavía, falta de continuidad de un gobierno a otro, dado que, lo que es prioritario para un gobierno no lo es necesariamente para el otro.

Los pocos esfuerzos que ha realizado la sociedad civil en el campo del desarrollo social, particularmente las ONG´s con el apoyo de la cooperación internacional, han sido atomizados entre sí y con orientaciones políticas diversas, que van desde las que se identifican con el gobierno de turno, hasta las que se oponen al mismo.

La polarización ideológica existente entre el gobierno, partidos políticos de oposición, ONG´s y organizaciones de la sociedad civil, han hecho difícil la coordinación y han propiciado la dispersión de esfuerzos, mientras tanto la mayoría de la población sigue sin satisfacer sus necesidades básicas que le garanticen el pleno goce de sus derechos.

Está demostrado que ningún gobierno por sí mismo, ni la sociedad civil por el otro, pueden enfrentar por sí solos la problemática del desarrollo social. De ahí la necesidad de establecer pactos sociales y construir una red de cooperación permanente entre sector público, organizaciones no gubernamentales, sociedad civil, y comunidades de base para la acción en el campo social, que aproveche las mejores posibilidades de cada uno de los actores.[21] La conformación de la red de cooperación presupone tres aspectos básicos: respeto al pluralismo político - ideológico, garantizar la participación ciudadana en las decisiones del Estado y búsqueda de entendimientos comunes que permitan priorizar programas de mediano y largo plazo; a fin de tener una agenda nacional que sea asumida con responsabilidad y solidaridad social por todos los sectores, independiente del partido político que llegue al gobierno.

Convertir los programas de desarrollo social en políticas de Estado, exige que la prioridad de la agenda nacional sea enfrentar el problema de la pobreza; en primer lugar, colocando el desarrollo de los recursos humanos como centro de una estrategia que articule la política social con la política económica;[22] y, en segundo lugar, debería tenderse por la vía distributiva o redistributiva, a un reparto más justo de la propiedad y el ingreso, que garanticen la equidad social.[23]

En El Salvador se han iniciado pasos tendientes a la búsqueda de entendimientos comunes cuando la Comisión Nacional para el Desarrollo, nombrada por el Presidente de La República, elaboró el Documento "Bases para el Plan de Nación"; el cual pretende, por medio de la participación de los distintos sectores de la sociedad, lograr un acuerdo nacional que sea la base para la formulación de planes y programas de mediano y largo plazo que busque el bienestar de la sociedad en su conjunto y la igualdad de oportunidades para todos.[24] Bases para el Plan de Nación es una oportunidad de poder transformar los programas de desarrollo social en políticas sociales, por ello es un desafío que se debe de enfrentar si se quiere transformar de forma sustancial el nivel de calidad de vida de todos los salvadoreños.

En el ámbito institucional se plantean dos desafíos: primero, una reingienería organizacional y, segundo, la formación de gerentes sociales.

La reingeniería organizacional, es un imperativo para todas las organizaciones que se dedican al desarrollo de programas sociales, dado que se requiere de transformaciones y cambios profundos de las formas tradicionales de cómo se ha venido trabajando, sí realmente se quiere enfrentar el problema de la pobreza como un desafío de todos los sectores de la sociedad.

Tradicionalmente en las organizaciones sociales se han desarrollado modelos de organizacionales jerárquicos, tanto hacia dentro como hacia afuera, lo que hacen que se desarrollen procesos burocráticos, centralizados, y poco participativos. Muchas veces este tipo de organizaciones ve a los miembros de la comunidad como "destinatarios" y no como agentes de su propio desarrollo, por ello sus programas son de carácter asistencialista y paternalista, que una vez terminada la ayuda nacional o internacional, las personas siguen en las mismas condiciones de vida que antes.

Por ello la reingienería organizacional implica cambios y transformaciones profundas a tres niveles: en el enfoque, la metodología y los procesos.

En el enfoque, se pretende que las organizaciones sociales impulsen un desarrollo centrado en la gente: que parta de sus necesidades reales, les permita participar en decisiones que les afectan su futuro, pero sobre todo, tengan una adecuada comprensión de su cultura, valores, costumbres, creencias, necesidades percibidas y objetivos.[25]

En la metodología, para ser consecuente con el desarrollo centrado en la gente, debe ser participativa[26] a fin de que garantice a las personas de las comunidades tener voz y voto en aquellas decisiones que tendrán un impacto en su vida personal o comunitaria. La participación de la comunidad es importante dado que propicia procesos democráticos, desarrolla potencialidades, inspira orgullo y facilita la auténtica participación en el proceso de desarrollo; por ello la participación de la comunidad puede ser de tres tipos: contribución, organización y obtención de poder.[27]

En los procesos, se deben hacer innovaciones importantes de forma particular en aspectos administrativos, diseño y planificación, implementación y evaluación.

a) Administración, se requiere una administración flexible, ágil, dinámica, democrática, capaz de asumir formas de organización no convencionales, para maximizar capacidad de adopción a un medio ambiente en cambio acelerado.[28]
b) Diseño y planificación, se debe pasar de un diseño y planificación de programas y proyectos realizado desde una oficina central, elaborado por un grupo de "expertos", quienes muchas veces no han tenido contacto directo, ni conocen de cerca las necesidades de la comunidad; hacia un diseño y planificación, desde y con la participación de la comunidad, proyectos que surjan de "abajo hacia arriba", que respondan a las necesidades que realmente tienen las comunidades.
c) Implementación, el proceso de implementación debe ser un proceso de aprendizaje, es decir de transferencia gradual de conocimientos y experiencias de las organizaciones sociales hacia la comunidad; para ello el proceso de implementación debe de tender hacia la descentralización genuina de la autoridad, buscando que los programas y proyectos sean ejecutados, administrados y supervisados a nivel local, con la finalidad de lograr que las comunidades una vez terminados los proyectos tengan acumulada una experiencia en la parte administrativa, técnica y financiera, que les garantice la autosostenibilidad.[29]
d) Evaluación, se deben de ejecutar evaluaciones de tipo integral o global que pongan énfasis, en los procesos internos y externos de la implementación, además tome en cuenta las necesidades de evaluación de los distintos actores involucrados, principalmente de los miembros de la comunidad donde se ejecutan los proyectos. La evaluación integral supone, por lo tanto una metodología ecléctica, es decir, que combine datos cuantitativos complementados con datos cualitativos sobre una gama de factores, que permita un aprendizaje a partir de los errores, omisiones y dificultades encontradas en la implementación de programas y proyectos.[30]

La reingienería organizacional se convierte en un desafío por tres razones fundamentales: exige un cambio de mentalidad, voluntad de cambio y democratización del poder.

El segundo desafío institucional es la formación de gerentes sociales.

Es importante reconocer que la mayoría, por no decir todos, los gerentes de las organizaciones sociales no han tenido una formación sistemática, ni especializada en la gerencia de programas sociales, sino que muchos se han formado en la práctica y han utilizado paradigmas de la gerencia proveniente del "managemet privado" que no es compatible con las exigencias, ni con los requerimientos de los programas sociales , los cuales demandan una gerencia social específica.

La gerencia social específica demanda un perfil de gerente que conduzca de forma estratégica e innovadora los programas sociales que garanticen el éxito en la práctica. Las características del perfil del gerente social son las siguientes:[31]

a) Estar formado para la tarea que tiene que realizar, lo cual significa que no es suficiente el tener una formación especializada en el campo donde desarrolla su trabajo, sino una preparación idónea para enfrentar los problemas del campo social.
b) Capaz de enfrentar la impredicibilidad y variabilidad que surgen de la multiplicidad de variables que se derivan de la dinámica misma de la comunidad con la que se está trabajando.
c) Capacidad adaptativa que le permita pensar en términos de escenarios múltiples que pudieran ocurrir, de tal manera de poder dar respuesta inmediata a los problemas presentados.
d) Altísima sensibilidad y compromiso social hacia la comunidad que le permita estar en sintonía con la comunidad y se sienta parte de ella
e) Capacidad de trabajar de forma coordinada por medio de redes, donde puede construir relaciones y establecer áreas de confianza y respeto mutuos.
f) Capacidad de manejar las interdependencias de manera que pueda lograr tanto las metas de la organización individual como las de la red en su conjunto.
g) Desarrollo de la autosostenibilidad, la cual debe ser una meta fundamental en la labor de fortalecimiento de las comunidades.
h) Agente de cambio organizacional, que busque continuamente el cambio de su organización hacia la flexibilidad, la descentralización y la concertación con otros actores de la sociedad civil.
i) Relativa autonomía para la toma de decisiones que le permita, sobre la marcha, ir resolviendo los diferentes problemas que se le van presentando y buscandole alternativas de solución.
j) Habilidades políticas para la negociación, que le permita movilizar a otros en apoyo de las propias metas organizacionales.

La formación de gerentes sociales con el perfil antes indicado se convierte en un desafío en sí mismo para las organizaciones sociales, ya que de no enfrentarlo se quedaran fuera de competencia frente a una realidad caracterizada por la complejidad, la incertidumbre y la internacionalización geoeconómica y geopolítica.

III - Elementos cruciales de estrategias para enfrentar los desafíos

Los elementos cruciales que deben de tomarse en cuenta para enfrentar los desafíos a nivel nacional e institucional, son los siguientes:

A. Incrementar gradualmente el presupuesto para el área social, que garantice la autosostenibilidad a nivel nacional. La cooperación internacional debe ser un complemento, un aditivo a los esfuerzos nacionales y nunca sustituirlos.
B. Formar alianzas estratégicas, por medio de redes interinstitucionales tanto del sector público, privado, organizaciones comunitarias y organizaciones internacionales, para la implementación de programas y proyectos conjuntos, que articulen varios servicios sociales con la mayor calidad posible (educación, salud, nutrición, vivienda, empleo productivo[32]l), en una o en varias comunidades que permitan lograr un mayor impacto.
C. Crear equipos multi e interdisciplinarios, pequeños y de muy alto nivel profesional,[33] integrado por miembros de las instituciones publicas y privadas, que sean los conductores de los programas y proyectos y estén articulados al mayor nivel de decisiones del gobierno, para garantizar el respaldo político y económico del mismo.
D. Diseñar programas y proyectos de mediano y largo plazo, con la participación directa de las comunidades, para lograr la mayor efectividad en la transferencia de conocimientos y experiencias de las organizaciones sociales hacia la misma comunidad que les permita la autosustentación.
E. Socializar a nivel interno y externo de la institución, con el personal directivo, ejecutivo y técnico, los contenidos desarrollados en el "Curso de Directivos en Diseño de Políticas y Programas Sociales", con la finalidad de lograr cambios graduales, por consenso, que permitan implementar los desafíos planteados .
F. Incrementar la calidad de la gestión de la gerencia social, por medio de programas de formación, capacitación y pasantías, de forma sistemática que permita mejorar la eficiencia y eficacia de los recursos que van destinados a programas sociales de las comunidades más pobres.[34]











[1] DIGESTYC Ministerio de Economía. Dirección General de Estadísticas y Censo. Proyección de la población de El Salvador 2025, San Salvador, diciembre de 1996.
[2] Armando Calderón Sol, "Plan de Desarrollo Social", ECA, No. 557, marzo 1995.
[3] Ver Romano, L.E., " El Presupuesto de la nación para 1997", ECA No. 576, octubre, 1997; Proceso, " El presupuesto general de la nación para 1998", No. 776, El Salvador, 1 de octubre de 1997.
[4] Ver " El Salvador en 1997: Política, economía y sociedad", ECA No. 591 - 592, enero - febrero, 1998.
[5] Ver Proceso, " El presupuesto general de la nación para 1998", No. 776, El Salvador, 1 de octubre de 1997.
[6] Ver Carrasco, Alvaro y Fernández, Agustín, "Reforma Educativa de El Salvador" (Borradpr para la discusión), mimeografiado, San Salvador, Abril de 1997.
[7] Ministerio de Educación, " Memoria de Labores 1996 - 1997".
[8] Martínez, Julia," La Reforma Social en El Salvador", en "Neoliberalismo versus Economía Social de Mercado. Los Desafíos de El Salvador ante la globalización", Imprenta Criterio, San Salvador, 1996.
[9] Ver "Satisfactorio balance en gestión de salud", El Diario de Hoy, 1 de junio de 1998.
[10] Ver Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, "Memoria de Labores 1996 -1997",
[11] Ver Muñoz, Fernando, "Estudio del Sector Salud - OPS/OMS ", República de El Salvador, 1996,
[12] " La visión neoliberal fuera del alcance de El Salvador", ECA No. 583, mayo de 1997.
[13] Ver Ministerio de Economía, "Encuesta de Hogares y Propósitos Multiples", San Salvador, 1996.
[14] Ver "CEPAL: repunte de economía aún es insuficiente", La Prensa Gráfica, 19 de diciembre de 1997.
[15] Ver " Salarios mínimos, canasta básica e inflacción" , Proceso No. 801, El Salvador, 1º. De abril de 1998.
[16] Ver " Crecimiento económico y pobreza", Proceso No.802, 15 de abril de 1998.
[17] Ver "Balance Económico de 1997", Proceso No. 788, 24 de diciembre de 1997.
[18] Zumbado, Fernando (Prefacio) en Bernardo Klikberg ( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo I), Caracas 1997.
[19] Rosa Chavéz, Gregorio, " Iglesia pide erradicar violencia", El Diario de Hoy, 8 de junio de 1998.
[20] Ver "Tiempos de paz, tiempos de muerte", La Prensa Gráfica, 1 de junio de 1998.
[21] Ver Zumbado, Fernando, op cit.
[22] Ver Gurrieri, Adolfo, "Pobreza, Recursos Humanos y Estrategias de Desarrollo", en Bernardo Kliksberg
( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo I), Caracas 1997.

[23] Ver SELA, "La Incorporación de la Equidad en la Estrategia de Desarrollo para América Latina", en Bernardo Kliksberg ( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo I), Caracas 1997.

[24] Ver Comisión Nacional Para el Desarrollo, " Bases para el Plan de Nación", San Salvador, 1998.
[25] Ver Mohan, Hari, "Desarrollo Centrado en la Gente", en Bernardo Kliksberg ( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo II), Caracas 1997.
[26] Ver Racelis, Mary, " Movilizando a la Población para el Desarrollo Social. Enfoques y Técnicas para la Participación Popular", en Bernardo Klikberg ( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo II), Caracas 1997.
[27] Ver Midgley, James, "La Política Social, El Estado y la Participación de la Comunidad", en en Bernardo Kliksberg ( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica Y programa 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo II), Caracas 1997.
[28] Ver Kliksberg, Bernardo, " Gerencia Social: Dilemas Gerenciales y Experiencias Innovativas", en Bernardo Klikberg ( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica Y programa 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo I), Caracas 1997.
[29] Ver Blair, Harry, "Modelos para integrar la planificación de desarrollo social y la implementación a nivel local", en Bernardo Kliksberg ( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo I), Caracas 1997.

[30] Ver Sulbrandt, José, " La evaluación de los programas sociales: una perspectiva crítica de los modelos actuales" en Bernardo Kliksberg ( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica y Programa de las Naciones Unidas, 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo I), Caracas 1997.
[31] Ver Kliksberg, Bernardo, " Cómo modernizar el Estado para el desarrollo social" y Mandel, Mirna "Gerencia intergubernamental: una perspectiva revisada", en Bernardo Kliksberg ( Compilador) " Pobreza Un Tema Impostergable. Nuevas Respuestas a Nivel Mundial" Fondo de Cultura Económica y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 4ª. Edición actualizada y ampliada (Tomo I), Caracas 1997.

[32] Ver PNUD/CEPAL/BID, " Informe de la Comisión Latinoamericana y del Caribe sobre el Desarrollo Social", Chile, enero de 1995.
[33] Ver Raczynaski, Dagmar " Estrategias para Combatir la pobreza en América Latina. Diagnóstico y Enseñanzas de Política",
[34] Ver PNUD/CEPAL/BID, op. cit.

No hay comentarios: