viernes, 21 de septiembre de 2007

PROPUESTA DE POLÍTICAS EDUCATIVAS ORIENTADAS A LOS DOCENTES, PARA EL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN

Mario Nóchez, septiembre 2001
Introducción

La educación es uno de los recursos fundamentales de las sociedades modernas, ya que el futuro de cada país depende de la capacidad de los ciudadanos, que a su vez, está condicionada por el nivel y calidad de la educación.

El Estado es el principal responsable de asegurar la calidad de la educación, de ahí la preocupación de los estados de impulsar procesos de transformación de la educación por medio de reformas educativas las cuales están orientadas a la búsqueda de la calidad educativa en todos los niveles educativos.

Las políticas educativas permiten establecer prioridades y asignar recursos hacia los cambios educativos que se pretenden lograr por medio de las reformas educativas, para lograr la calidad de la educación. Pero, dada la trascendencia e importancia de los cambios educativos que se pretenden alcanzar, el Estado debe establecer los mecanismos de diálogo y concertación de dichas políticas con otros actores claves ( iglesia, empresa privada, partidos políticos, docentes, padres de familia, entre otros), con el propósito de tener una visión compartida del cambio para garantizar su viabilidad en la implementación.

El Ministerio de Educación ha definido la calidad de la educación como un desafío y una responsabilidad de todos, por ello en el presente trabajo se ha elaborado una “Propuesta de Políticas Educativas orientadas a los Docentes para el Mejoramiento de la Calidad de la Educación”, a partir de conversaciones abiertas y directas con actores relevantes vinculados directamente con la educación: Funcionarios del Ministerio de Educación; directores, docentes y padres de familia de instituciones públicas y privadas; coordinadores y profesores de universidades; representantes de organismos no gubernamentales e internacionales; empresa privada y gremiales docentes;

El presente trabajo consta de tres apartados; el primero identifica los factores que determinan que los docentes no incidan en la calidad de la educación en el aula; en el segundo, se hace una propuesta de 10 políticas educativas orientadas a los docentes; y en el tercero, se presenta la viabilidad y la temporalización de las políticas propuestas, desde la perspectiva de 7 personalidades del ámbito nacional, con amplia experiencia y conocimiento de la realidad educativa salvadoreña.

Esperamos que el presente trabajo que sistematiza la visión compartida de actores claves, de la vida nacional, que hacen educación pueda ser un insumo importante para que el Ministerio de Educación pueda continuar profundizando en los cambios educativos que El Salvador demanda para poder hacer frente a los retos y desafíos que le plantea el siglo XXI.

I – Situación actual

La calidad de la educación en todos los niveles educativos es uno de los objetivos y principales desafíos que el Ministerio de Educación se ha propuesto desde los inicios de la Reforma Educativa en Marcha en el año de 1995. Quienes cambian la educación y por ende su calidad son los docentes. También los alumnos y los padres de familia tienen la responsabilidad, pero el protagonismo principal es de los docentes. Si ellos no participan, si ellos no toman la reforma como cosa propia, todo es una ilusión.

El docente es el actor clave y fundamental para lograr la calidad de la educación dentro del aula, sin embargo, a pesar de la variedad de insumos que se le han proporcionado en el marco de la Reforma Educativa en Marcha: nuevo currículum, materiales educativos, capacitación, introducción de tecnología, recursos didácticos, infraestructura, etc; los resultados obtenidos en la evaluación de logros de aprendizaje en educación básica y en media a través de la PAES, como uno de los indicadores de calidad, reflejan que la calidad aún no ha llegado al aula.

Para tratar de conocer las valoraciones y puntos de vista de docentes, directores, padres de familia de instituciones públicas y privadas; funcionarios del Ministerio de Educación; organismos no gubernamentales e internacionales; universidades y empresa privada ( ver anexo 1); se converso, dialogó, con todos ellos sobre ¿cuáles son los factores que determinan el que los docentes no incidan en la calidad de la educación?

Entre los principales factores que mencionaron los distintos actores se pueden destacar los siguientes:

Atomización y dispersión de la oferta de la capacitación: dentro del proceso de reforma educativa la mayoría de los docentes de todos los niveles educativos han recibido capacitaciones; sin embargo estás han sido, en la mayoría de los casos, de tipo masivo, no han tenido continuidad y han estado más en función de proyectos de financiamiento internacional (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Unión Europea, Agencia Internacional para el Desarrollo, Gobierno de España, entre otros), que en función de las verdaderas necesidades de los docentes en la escuela y en el aula..

Por otro lado, las capacitaciones han sido ejecutadas por universidades y fundaciones, las cuales por la magnitud de maestros a capacitar de forma simultánea han contratado a facilitadores que no cuentan con la idoneidad (son profesionales que no han tenido experiencia docente en el nivel educativo, ni en la especialidad, en la cual están capacitando a los docentes; adicionalmente, en la mayoría de los casos nunca han tenido una experiencia previa de capacitación a docentes) presentándose en muchos de los casos, que los docentes capacitados cuentan con mayor capacidad y experiencia que los mismos facilitadores, generando con ello desmotivación y falta de compromiso por llevar a la práctica lo impartido en las capacitaciones.

Excesivo tiempo en actividades extracurriculares, en detrimento del tiempo del proceso de aprendizaje: se ha hecho muy frecuente que directores y docentes en las escuelas tengan que estar permanentemente ocupados en actividades extracurriculares: asistencia a capacitaciones y reuniones a nivel distrital y/o departamental; organización de eventos sociales, culturales y deportivos; concursos de ortografía y matemática; celebraciones cívicas y realización de excursiones.

Todas las actividades antes descritas, si bien es cierto, ayudan a la formación integral de docentes y alumnos, propician que directores y docentes se ausenten por muchas horas de las escuelas y los salones de clases, durante el año, y, por ende, se afecte el proceso de aprendizaje de alumnos y alumnas.

Lo anterior es producto de la falta de planificación, coordinación y comunicación entre el nivel central, departamental y local, y la que se lleva la peor parte siempre es la escuela. A ello contribuyen, algunas actividades programadas desde el nivel central y los proyectos de cooperación internacional, los cuales tienen su propia agenda y tiempos en los cuales tienen que desarrollar sus actividades para cumplir sus metas. En afán de cumplir con sus metas demandan personas y tiempo a las escuelas, por ello expresaba un director “si nos dedicamos a atender todas las invitaciones que nos hacen ¿Quién conduce la escuela?…¿Quién sustituye al maestro en el salón de clases? “

Bajos salarios en relación al costo de vida del país: si bien se reconoce que en El Salvador los docentes tienen mejores salarios que los docentes de otros países de América Latina, también se reconoce que el salario que un docente gana al mes esta por debajo del costo de la canasta básica familiar y de la canasta básica ampliada, cuyo monto asciende aproximadamente a la cantidad de ¢5, 000.00 colones

Los bajos salarios están asociados a la poca valoración social que tiene el docente y lo obliga ejercer el pluriemleo, es decir a trabajar en más de una jornada en el sector público y privado, lo que hace que disponga de poco tiempo para preparar sus clases y por ende en la mayoría de los casos tenga que estar improvisando para ir saliendo del compromiso. Por otro lado, en muchos casos se dedican a realizar actividades no docentes (vender ropa, cosméticos, productos lácteos, entre otras cosas), para generar otros ingresos para su grupo familiar:

El tiempo que el docente debería dedicar para su autoformación, realizar sus planificaciones docentes, preparar sus clases, diseñar sus evaluaciones, revisar y corregir tareas, preparar material y recursos didácticos, lo tiene que dedicar a otras actividades de subsistencia, lo cual va en detrimento del proceso de aprendizaje del cual él es el responsable dentro del aula.


Ausencia de capacitación y/o formación especializada para directores y directoras de escuelas: El liderazgo y la capacidad gerencial del director es pieza fundamental en la buena gestión de la escuela y para el logro de resultados; sin embargo, la mayoría de ellos ejercen dicha función sin haber tenido una preparación idónea para desempeñarse en el cargo. Muchos de ellos han ido aprendiendo por acierto y por error cómo realizar una administración educativa de las escuelas, a lo largo de los años de servicio.

Por otro lado, además de carecer de una formación idónea para ejercer el cargo, en el desempeño de sus funciones hay un predominio, por no decir casi nulo, de las funciones administrativas sobre las técnicas pedagógicas que hace que los directores tengan muy poca incidencia en la labor del docente dentro del aula. Una muestra de la cantidad de funciones administrativas que tienen que realizar los directores son las estipuladas en el Artículo 36 del Reglamento de la Ley de la Carrera Docente.

Es importante reconocer la voluntad e interés de los directores por cumplir con funciones técnico-pedagógicas, sin embargo en la práctica las funciones administrativas le absorben la mayor parte de su tiempo.

5. Carencia de vocación de los docentes: existe una idea generalizada en muchos estudiantes que elegir la carrera docente es una gran ventaja por varias razones: no se lleva mucha matemática, es una carrera corta (3 años) y permite al graduarse combinar trabajo con otra carrera universitaria.

Desde esa perspectiva, muchos estudiantes ingresan a la docencia como un trampolín que les permitirá trabajar en una institución educativa y estudiar la carrera a la cual piensan dedicarse realmente de forma profesional. La situación anterior, refleja que no existe una verdadera motivación, vocación, pasión y amor para dedicarse a la docencia, por lo que muchos docentes ven en la docencia misma una carga, algo tedioso y rutinario, adoptan una actitud de conformismo y acomodamiento haciendo el mínimo esfuerzo, ya que lo que les interesa es ganar un sueldo.

A lo antes descrito, han favorecido las universidades, dado que no han contado con un proceso riguroso de selección de estudiantes aspirantes a la docencia que tengan que pasar por evaluaciones psicopedagógicas y entrevistas, a través de las cuales se pueda identificar la vocación a la docencia. A esto hay que añadir, que la Ley de la Carrera Docente en sus artículos 14 y 18 respectivamente, establece los requisitos y procedimientos para ingresar a la docencia, donde claramente se refleja el predominio de aspectos puramente administrativos sobre los aspectos técnico-pedagógicos, por lo cual es muy difícil garantizar que los docentes que se incorporan a las aulas tengan una verdadera y autentica vocación.

6. Sobreprotección a la ineficiencia o mal desempeño de los docentes: La actual Ley de la Carrera docente no permite que un docente que trabaja con plaza oficial (Ley de salarios) pueda ser removido por ineficiencia o mal desempeño, lo que en cierta medida le da un “blindaje especial” lo cual le permite en muchos casos “descansar en el sector público y trabajar en el sector privado”, ya que al docente le da lo mismo trabajar o no trabajar, ya que el sueldo siempre lo recibe integro mensualmente y no tiene temor de ser despedido.

Paradójicamente el docente, en la mayoría de los casos, recibe un mejor salario en el sector público que en el privado; sin embargo, su desempeño es más aceptable en el sector privado ya que los directores que trabajan en el mismo tienen la potestad para tomar las medidas correctivas de forma inmediata frente a al ineficiencia y mal desempeño de los docentes.

7. Poca o escasa participación de los docentes como agentes protagónicos de cambio en la educación: A pesar de los esfuerzos realizados en el marco de la Reforma Educativa en Marcha por realizar Jornadas de Consulta con los Docentes (1995) y su incorporación en los Consejos Directivos Escolares (1997), estos no se consideran como sujetos, sino como objetos del cambio educativo, dado que tradicionalmente la mayoría de políticas educativas se han implementado sin habérseles consultado, ni mucho menos haber participado en el diseño de las mismas; ello ha traído como consecuencia resistencia a los cambios, no se sientan motivados, ni comprometidos con algo que ellos no saben cuál es el sentido y el rumbo del cambio que se desea introducir.

8. Predomino de paradigmas de enseñanza-aprendizaje tradicionales: todos los enfoques y metodologías que se han deseado introducir en el marco de la reforma educativa han tenido como principal obstáculo los paradigmas tradicionales de enseñanza aprendizaje, los cuales dan primacía a la centralidad del maestro: clase expositiva, transmisión de conocimientos, memorización y relación vertical entre docente y alumno.

El paradigma de la clase frontal ha sido lo que ha predominado en la formación de los docentes y por ende es la que ellos han replicado en las aulas con sus alumnos por varias décadas. Por tanto, al querer introducir nuevos paradigmas orientados a revertir el proceso de aprendizaje tradicional, encuentra resistencia y oposición de parte de los docentes ya que les implica tener que cambiar y transformar sus prácticas educativas que de forma rutinaria han venido ejecutando y para muchos de ellos “más vale lo viejo conocido, que lo nuevo por conocer”, de ahí que siga haciendo lo mismo que han venido haciendo ya que les “da seguridad” y lo nuevo les genera “cierta incertidumbre”.

9. Escasa actualización de los formadores de docentes: la mayoría de formadores de docentes que laboran en las universidades aún no se han apropiado en profundidad, ni han asumido con propiedad los cambios impulsados por la reforma educativa, ni mucho menos los nuevos enfoques y metodologías que promueve la misma. A ello ha contribuido la modalidad de contratación (hora-clase); carencia de bibliografía actualizada y pertinente; no cuenten con un programa de formación – actualización y poco interés por su autoformación.

Se presentan casos críticos en los cuales los formadores desconocen de forma total o parcial la documentación oficial del Ministerio de Educación: Plan Decenal de Educación; Informe de la Comisión de Educación, Ciencia y Desarrollo; Ley de la Carrera Docente; Fundamentos Curriculares; Ley General de Educación, entre otros.

La escasa actualización de los formadores es preocupante ya que son los que preparan a los futuros docentes que a su vez tienen la responsabilidad de formar a las futuras generaciones de El Salvador y “nadie da lo que no tiene”, por ende ¿qué se puede esperar de los docentes en el aula, con el perfil de formadores que tienen?

10. Carencia de un sistema de evaluación del desempeño docente: una de las principales debilidades para garantizar la calidad de la educación en el aula por parte de los docentes, ha sido la carencia de un sistema de evaluación del desempeño docente. Hasta la fecha no se tiene un sistema que permita retroalimentar de forma permanente el desempeño del docente con los estudiantes dentro del aula, a fin de retroalimentar para mejorar las fortalezas y superar las debilidades.

La carencia de un sistema de evaluación del desempeño del docente ha propiciado la mediocridad, el acomodamiento, rendir lo mínimo necesario, pues al final el aumento de salario llega casi automático a todos por igual, independientemente de su buen o mal desempeño, desincentivando y desmotivando a los maestros exitosos.

11. Equipos y maquinarias absoletos: en la formación de los estudiantes, particularmente en el área de bachillerato técnico, los docentes cuentan con equipos y maquinarias de los años 60 y 70 que no están acorde a las exigencias del entorno nacional e internacional, para preparar a los estudiantes al mundo laboral de forma eficiente y eficaz. Si a esto añadimos que el material fungible y los recursos didácticos del que se dispone son escasos o muy limitados, las posibilidades de desarrollar procesos de aprendizaje de calidad son bastante bajos.

12. La no pertinencia del currículo nacional: Dentro del proceso de reforma educativa se han renovado los currículos de la mayoría de los niveles educativos, los cuales son implementados de forma general a escala nacional, es decir niños y niñas estudian los mismos contenidos ya sean que estos vivan en la región central, oriental, occidental o paracentral, en zonas urbanas y/o rurales, aunque estos no sean pertinentes a su entorno económico, social y cultural.

Es importante señalar que si bien es cierto que dentro de los fundamentos curriculares se da la orientación de que se puede hacer la adecuación curricular al alumno y al contexto local, aún todavía el maestro no sabe cómo hacerlo; ello debido a que ni en la formación inicial, ni en la capacitación en servicio se le ha preparado para tal fin.

13. Alta relación entre número de alumnos/maestro: un logro importante del Ministerio de Educación después de la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, ha sido el aumento significativo de la cobertura, particularmente en la educación básica y en zonas rurales; sin embargo, el número de docentes que se han contratado en el mismo período no ha estado en relación al número de estudiantes matriculados. Ello ha traído como consecuencia una alta tasa relación entre el número de alumnos que debe ser atendido por un mismo docente, estimándose una relación promedio de 45 alumnos/docente, lo que incide en la capacidad del docente para dar una atención más personalizada, brindar un mejor seguimiento a cada estudiante y sobre todo el desarrollar metodologías participativas.

II - Propuesta de políticas educativas

Todos los factores antes mencionados nos reflejan la complejidad y multicausalidad de la calidad educativa, la cual debe ser enfrentada con políticas integrales que posibiliten ir sentando las bases de forma progresiva para alcanzar el objetivo-horizonte de la CALIDAD DE LA EDUCACIÓN EN TODOS LOS NIVELES EDUCATIVOS.

Lograr la calidad de la educación supone asumir de forma integral y no aislada las siguientes políticas educativas:

1. Asignar de forma progresiva una mayor inversión en la Formación y Profesionalización de los Docentes

El Ministerio de Educación dentro de su presupuesto anual debe ir incrementando de forma gradual y significativa un porcentaje para la formación y profesionalización docente. La asignación progresiva de una mayor inversión es fundamental para hacer realidad los objetivos establecidos en los Artículos 5, 27 y 28 de la Ley de la Carrera Docente y lograr su sostenibilidad a largo plazo.

Si el docente es el factor clave para lograr calidad de la educación dentro del aula, cualquier esfuerzo que se haga por su formación y profesionalización es una buena inversión a largo plazo que redundará en la calidad de formación de los recursos humanos que El Salvador demanda ante los desafíos que se plantean en el siglo XXI.

El apoyo técnico y financiero de los organismos de cooperación internacional deberían estar orientados a fortalecer y potenciar los esfuerzos del Ministerio de Educación y nunca a sustituirlos o suplantarlos.

2. Elaborar e Impulsar modificaciones a la Ley de la Carrera Docente:

La Ley de la Carrera Docente en su Artículo 2 referido a la Finalidad de la misma establece: “ La presente Ley tiene como finalidad que la docencia sea ejercida por educadores inscritos en el Registro Escalafonario del Ministerio de Educación, asegurándoles su estabilidad laboral, como medio para lograr una educación de calidad”.

Si la misma Ley establece la estabilidad del docente como medio para lograr una educación de calidad, es fundamental que se elaboren e impulsen modificaciones sustanciales a algunos artículos de la Ley de la Carrera Docente, orientadas a:

a) Definir los criterios y mecanismos cualitativos de selección de los estudiantes que aspiran a la docencia, a fin de garantizar la vocación a la misma.
b) La obligatoriedad para que los docentes sean contratados en el nivel y en la especialidad en la que se han formado, para lo cual probablemente habrá que dar un tiempo prudencial mientras se logra un mejor ordenamiento.
c) Reestructuración del escalafón docente de tal manera de diferenciar los títulos de Master y Doctor en Educación o área afines a nivel tres y cuatro respectivamente, con el propósito de incentivar la continuación de estudios superiores y elevar la formación académica de los docentes.
d) Vincular los ascensos escalafonarios y de categoría (Art. 23 y 24) y el incremento salarial (Art. 34) a la evaluación del ejercicio de la docencia ya establecidos en los Artículos 25 y 26 de la Ley, para lo cual habrá que definir con claridad los criterios y mecanismos de dichos ascensos y del incremento.
e) Incorporar en el Artículo 55 de faltas graves la “ineficiencia, apatía y desgano notorio y manifiesto en el desempeño docente” y en el Artículo 56 como faltas muy graves su reincidencia.
f) Dotar de mayores facultades a los directores en la selección, contratación y despido de los docentes bajo su responsabilidad, para lo cual habrá que elaborar reglamentos internos en las escuelas, que definan los criterios y mecanismos ad-hoc, para evitar arbitrariedades y abusos de autoridad de parte de los directores. Esto vendría a fortalecer la autonomía escolar.
g) Delegar mayor número de funciones administrativas en el subdirector, a fin de que el director asuma un mayor protagonismo en el campo técnico-pedagógico.


3. Crear e implementar un Sistema Nacional de Formación y Profesionalización de los Docentes

La creación de un Sistema Nacional de Formación y Profesionalización de los Docentes permitiría articular e integrar un programa de formación permanente de los docentes desde su formación inicial, su profesionalización y formación en servicio.

El Sistema Nacional de Formación y Profesionalización Docente debería estar orientado al cumplimiento de los fines y objetivos de la educación nacional establecidos en la Ley General de Educación, a los objetivos y ejes del Plan Decenal de Educación (1995-2005) y a los objetivos estratégicos del Plan Quinquenal “Desafíos de la Educación en el Nuevo Milenio” (2000-2005), lo cual permitiría dar unidad, coherencia e integración a todos los esfuerzos impulsados por el Ministerio de Educación, evitando así la atomización e improvisación.

El Sistema Nacional de Formación y Profesionalización Docente debería comprender como sujetos de sus programas de formación a los formadores de los docentes, estudiantes en formación inicial, docentes en servicio, aspirantes a cargos de directores, subdirectores y asesores pedagógicos ( antes supervisores educativos), de los distintos niveles y modalidades educativas.

Para darle mayor credibilidad al Sistema Nacional de Formación y Profesionalización de los docentes, se debería crear un sistema de acreditación docente que pueda homologar las capacitaciones y seminarios recibidos para la continuación de licenciaturas en educación o carreras afines en las universidades; además ganar créditos para ascender de categoría o para incremento de salarios, ello favorecería mucho el interés por la autoformación de parte de los maestros.

En la implementación del Sistema de Formación y Profesionalización Docente deberían existir ofertas de parte del Ministerio de Educación y ofertas del sector privado, previamente acreditadas por el MINED; para que el maestro pueda elegir libremente donde desea asistir.

4. Subsidiar la formación inicial de docentes

El Ministerio de Educación ha delegado la formación inicial de los docentes a instituciones de educación superior y para autorizarles las carreras docentes les ha exigido cierta normativa: contratación de docentes a tiempo completo, realización de práctica docente los tres años de formación, contratación de un coordinador de carrera, mejoramiento de la infraestructura, bibliografía especializada y recursos didácticos. Sin embargo, cumplir con todos los requerimientos antes mencionados requiere de fuertes inversiones por parte de las instituciones formadoras que de cumplirlas elevaría demasiado los costos de estudio que haría imposible el acceso a una carrera docente o en su defecto no la ofrecerían.

Dado que según la Constitución de la República es obligación del Estado garantizar la educación básica y que los requerimientos establecidos por el Ministerio de Educación garantizan la calidad de la formación inicial de los docentes, es fundamental que el Ministerio de Educación por medio de Cartas de Entendimiento con las instituciones formadoras pueda asignar subsidios anuales para financiar bibliografía, recursos didácticos, pago de docentes para dar seguimiento a las prácticas docentes, capacitación de los formadores; cuyo subsidio se puede brindar en efectivo o especie o en ambas modalidades, según el número de estudiantes atendidos anualmente por cada institución formadora. A cambio de ello las instituciones formadoras deberían mantener cuotas escolares razonables y accesibles a los estudiantes y aceptar algún nivel de supervisión del Ministerio de Educación. .

5. Formar equipos de facilitadores con docentes exitosos

Directores, subdirectores y asesores pedagógicos son los mejores testigos de que en la escuela salvadoreña abundan en los distintos niveles educativos docentes exitosos, con una profunda y autentica vocación por la docencia. Docentes que aman, disfrutan y se apasionan por la labor educativa que realizan con sus alumnos.

Dado que existen docentes exitosos es importante rescatar su experiencia y valorar la labor educativa que realizan día a día en el aula. Por ello, para la realización de las capacitaciones en servicio, deben formarse equipos de facilitadores con docentes exitosos, por nivel educativo, que puedan planificar, ejecutar y evaluar los procesos de capacitación a nivel departamental, distrital o al nivel de la escuela.

Para incentivar a los docentes exitosos el Ministerio de Educación debería brindarles un reconocimiento económico ya sea a través de una bonificación, un sobresueldo o como honorario profesional, ya que estos deberían brindar sus servicios profesionales en horarios distintos a los de su trabajo en su plaza oficial o en fines de semana. Ello estimularía económicamente a muchos maestros y evitaría que se dediquen a otras actividades ajenas a la docencia

Lo antes propuesto, no exime que no se puedan contratar profesionales de otras disciplinas con conocimientos, capacidades y habilidades que no son del dominio de los docentes y que vendrían a complementar el esfuerzo realizado por los docentes exitosos.

6. Crear e implementar un Programa de Incentivos a los Docentes

Existe un reconocimiento de que el salario no es la única fuente de satisfacción de parte del docente. Por ello es necesaria la creación de un Programa de Incentivos a los Docentes que incluya incentivos como los siguientes:
a) Becas para continuar estudios superiores a nivel nacional e internacional.
b) Ascenso de categoría.
c) Realización de pasantías a nivel internacional.
d) Pago de prima para adquisición de vivienda.
e) Bono de ayuda por maternidad; fallecimiento de cónyuge, hijos y padres; matrimonio.
f) Canasta básica escolar para hijos que se encuentran estudiando.
g) Premio Presidencial a la excelencia docente (anual).
h) Subsidio al transporte.
i) Descuentos especiales en almacenes, farmacias, supermercados, ferreterías y restaurantes.
j) Acceso gratuito a lugares de recreación propiedad del Estado.
k) Becas de estudio para los hijos.
l) Dotación de canasta básica familiar ( artículos de primera necesidad).
m) Paseos y convivios recreativos a playas, volcanes, etc.
n) Intercambios educativos docentes entre departamentos.

Algunos de los incentivos deberían de otorgarse a todos por igual y otros deberían ganarse por méritos en el desempeño docente ( a nivel individual o colectivos).

La implementación del Programa de Incentivos a los Docentes requerirá de la elaboración de un reglamento que establezca los criterios, normas y procedimientos de cómo acceder a los mismos. Además que propicie la unidad e integración de los docentes y no vaya a fomentar la competitividad que a la larga genere efectos contrarios.

Acá vendría una excelente gestión con el sector privado para que pueda participar en la entrega de incentivos, como parte de su responsabilidad social.


7. Diseñar e implementar un Sistema de Evaluación Integral del Docente

No hay calidad de la educación, sino existe un sistema de evaluación integral del docente que permita monitorear y retroalimentar constantemente su labor educativa. Ello supone ante todo reconceptualizar la evaluación, de una función fiscalizadora, atemorizadora, de castigo; a una función de animación, de acompañamiento y de asesoría; que permita generar espacios de diálogo, de intercambio de experiencias que coadyuven a mejorar gradualmente la calidad de la labor docente.

El Artículo 26 de la Ley de la Carrera Docente establece ya algunos aspectos que deberían ser considerados en la evaluación integral del docente: preparación profesional; aplicación al trabajo y aptitud docente.

La evaluación debe comenzar desde la formación inicial del docente, continuando en la capacitación en servicio y terminando en el desempeño del docente en la escuela y en el aula.

Las personas responsables de llevar adelante la evaluación debería ser el director de la escuela, apoyado y acompañado por el asesor pedagógico, para garantizar la calidad técnica y su transparencia.

8. Abrir espacios graduales de participación de los docentes en los cambios educativos

Si el docente es un factor determinante para lograr la calidad de la educación dentro del aula, es importante que este se sienta sujeto y agente de los cambios educativos que tendrá que implementar, para ello es necesario abrirle espacios graduales de participación en el diseño del currículum, sistema de evaluación de los aprendizajes, elaboración de programas de estudio, materiales educativos, capacitaciones y en la implementación de las políticas educativas acá propuestas.

Es sumamente importante que la participación del maestro se institucionalice, definiendo claramente los espacios, mecanismos y criterios donde podrá participar, para evitar así tener que abrir los espacios hasta que se agudizado un conflicto laboral y las condiciones y clima de negociación no soln favorables.

La participación gradual de los docentes puede tener diferentes niveles que podrían ir desde la información, la consulta hasta la toma de decisiones compartidas.

9. Reducir significativamente las actividades extracurriculares en las que participa el director y los docentes, durante los períodos de clase

El director juega un papel trascendental en la conducción de la escuela y debe ejercer una función de asesoría pedagógica con los docentes que están bajo su responsabilidad para lograr elevar la calidad de los procesos de enseñanza aprendizaje. Así mismo el docente necesita de una mayor permanencia en el salón de clases para lograr los objetivos de aprendizaje establecidos en cada uno de los programas de estudio los cuales debe desarrollar en profundidad y garantizar que todos los estudiantes puedan comprenderlos y aplicarlos.

La misión del director y los docentes es garantizar la calidad del proceso de enseñanza de aprendizaje de los estudiantes, quienes son la razón de ser de su labor educativa; pero ello supone que deberán reducir significativamente las actividades extracurriculares a fin de evitar interrupciones y disponer del tiempo necesario para poder cumplir con los objetivos de aprendizaje establecidos para cada programa de estudio.

10. Incrementar financieramente el Bono de la Calidad a escuelas con docentes exitosos

El Ministerio de Educación debería estimular, motivar e incentivar a los escuelas que cuentan con equipos de docentes exitosos, que están haciendo esfuerzos por mejorar la calidad de la educación a través de la ejecución de proyectos educativos innovadores, desarrollando nuevas metodologías de aprendizaje, elaborando materiales educativos de bajo costo y con recursos locales, adecuando el currículo al contexto local, realizando ferias y exposiciones escolares, entre otros.

A estas escuelas exitosas con equipos de docentes exitosos, el Ministerio de educación debería incrementarles financieramente el Bono de la Calidad, con la finalidad de estimular su creatividad, iniciativa y compromiso con la calidad de la educación.

III - VIABILIDAD Y TEMPORALIDAD DE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS


Las 10 políticas educativas propuestas en el capítulo anterior, fueron presentadas, analizadas y dialogadas con 7 personalidades del ámbito nacional, con un profundo conocimiento y amplia experiencia en el campo educativo, con el propósito de conocer sus valoraciones sobre la viabilidad técnica, financiera y política, así como la temporalidad de su implementación a corto, mediano o largo plazo.


Las personalidades con las cuales se conversaron las políticas educativas propuestas fueron las siguientes: Lic. Joaquín Samayoa ( Director de Investigación y Desarrollo Educativo de FEPADE), Lic. José Luis Guzmán (Director de Proyectos de FUTUREKIDS), Lic. Gilberto Aguilar Avilés (Asesor del Ministerio de Educación), Lic. Agustín Fernández (Director del Departamento de Educación de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” - UCA), Licda. Mari Carmen Cruz (Coordinadora de Formación Docente del Departamento de Educación de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” - UCA ), Dra. Kristin Rosekrams (Representante de Enfants de Mounde de Suecia), Licda. Matilde de Quintana (Asesora del Ministerio de Educación) y Lic. Baltasar Díaz Muñoz (Vicerrector Académico de la Universidad Don Bosco).

El resultado de las valoraciones de las personalidades son las siguientes[1]:

En términos generales ven muy positiva la propuesta de las 10 políticas educativas, ya que consideran que vienen a atacar problemas fundamentales de la CALIDAD DE LA EDUCACIÓN, que si no se enfrentan de forma integral y gradual el impacto que se tendrá en la formación de niños y niñas, jóvenes y adultos, solo se quedará en las buenas intenciones.

Reconocen la voluntad del Ministerio de Educación de querer hacer cambios sustanciales de cara a la calidad de la educación, por ello la “Propuesta de Políticas Educativas orientadas a los docentes, para el mejoramiento de la calidad de la educación” es un excelente insumo para un programa de trabajo a largo plazo.




Además destacan que la propuesta de políticas educativas orientadas a los docentes, viene a fortalecer y consolidar el camino ya iniciado por el Ministerio de Educación de impulsar algunas acciones orientadas a los docentes, como por ejemplo el bono a la ruralidad y los incentivos al buen desempeño docente

En relación con la viabilidad, desde la perspectiva de las personalidades consultadas, en general, todas las políticas educativas propuestas tienen viabilidad técnica, financiera y política, dado que la mayoría le han asignado una valoración de “ALTA” o “MEDIA”, con algunas diferencias entre unas y otras, dada la naturaleza y complejidad de las políticas que se están proponiendo ( ver anexo 2).

Aunque se reconoce que todas las políticas educativas propuestas tienen viabilidad, es importante resaltar que la viabilidad política es fundamental, pues aunque se tenga una buena fundamentación técnica y los recursos financieros; pero, no se logra el consenso político mínimo necesario con otros actores, se corre el peligro de encontrar una fuerte oposición y resistencia a la implementación de las políticas educativas y llevarlas al fracaso.

Considerando lo anterior, es importante que el Ministerio de Educación
de una alta prioridad a la política de “abrir espacios graduales de participación de los docentes en los cambios educativos” con la finalidad de ir creando un ambiente y clima de mutua confianza con los docentes, que le permita entrar en procesos de diálogo y negociación sobre la implementación del resto de políticas educativas que son claves y trascendentales para el mejoramiento de la calidad de la educación.

En lo que respecta a la temporalidad de la implementación de las políticas educativas, según el punto de vista de las personalidades estas debería de implementarse de la siguiente manera ( ver anexo 2):

a) A Corto Plazo

1. Abrir espacios graduales de participación de los docentes en los cambios educativos.
2. Elaborar e impulsar modificaciones a la Ley de la Carrera Docente.
3. Reducir significativamente las actividades extracurriculares en las que participa el director y los docentes.
4. Incrementar financieramente el Bono de la Calidad de la Educación a escuelas exitosas.



El sentido de las políticas educativas de corto plazo esta orientada a iniciar con aquellas que no requieren grandes asignaciones presupuestarias, pero que son estratégicas para sentar las bases de los cambios posteriores que se deben implementar de cara a mejorar la calidad de la educación, como son por ejemplo abrir espacios a los docentes y hacer modificaciones a la Ley de la Carrera Docente.

b) A Mediano Plazo

1. Asignar de forma progresiva una mayor inversión en la Formación y Profesionalización de los Docentes.
2. Formar equipos de facilitadores con docentes exitosos.
3. Crear e implementar un Programa de Incentivos a los docentes.
4. Diseñar e Implementar un Sistema de Evaluación Integral del Docente.
5. Crear e implementar un Sistema Nacional de Formación y Profesionalización de los Docentes.
6. Subsidiar la formación inicial de los Docentes

El sentido de las políticas educativas de mediano plazo está referido sobre todo a aquellas que requieren por un lado a) mayores recursos financieros y b) un proceso de mayor análisis, estudio, consulta y elaboración, para su implementación.

El conjunto de políticas educativas propuestas para ser implementadas en el corto y mediano plazo, se ven fortalecidas por lo planteado en el “Plan Decenal de Educación” (1995-2005), cuando se afirma que “ la educación debe elevarse a su más alta prioridad y constituirse en una política de nación, no de un partido, ni de un gobierno, sino de los salvadoreños” a fin de garantizar la continuidad y sostenibilidad de las mismas y lograr gradualmente la calidad de la educación. Además, por el principio señalado en “Desafíos de la Educación en el Nuevo Milenio” (2000-2005), “la mejora de la educación pública es responsabilidad de todos y no una acción exclusiva del Estado”.











ANEXO 1

PERSONAS ENTREVISTADAS





- Lic. Ignacio Balmore Martínez
Director Instituto Técnico de Exalumnos Salesianos y
Director propietario de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador (ACPES).

- Prof. Oscar Melara
Director Instituto Técnico Industrial

- Prof. René Canjura
Director Interino Instituto Nacional de Comercio

- Hno. Alberto Riccica
Director Colegio Champagnat

- Lic. José David Velasco
Director Instituto Técnico Emiliani

- P. Alfonso Evertsz
Director Colegio Santa Cecilia

- P. Pierre Muysthond
Director Instituto Técnico Ricaldone

- Sr. Raúl Martínez
Padres de familia
Escuela Daniel Hernández

- Sra. Eugenia Marín
Madres de familia
Instituto Nacional de Acajutla

- Sr. Ramón Linares
Padre de Familia
Colegio San Antonio

- Hna. Judtih Maestre
Directora del Colegio Santa Inés
Presidenta de la Federación de Colegios Católicos (FEDEC)


- Prof. Baltasar Moreno
Escuela Marcelino García Flamenco

- Prof. Mercedes Carranza
Escuela Luisa de Marillac

- Licda. Sandra Hidalgo
Coordinadora del Programa de Educación Infantil
Asociación Intersectorial para el Desarrollo Económico y el Progreso Social ( CIDEP)

- Licda. Susana Judith Fernández de Quintanilla
Coordinadora de Profesorados de Educación Básica
Universidad de El Salvador

- Licda. Noemí de Martínez
Jefe del Departamento de Formación Docente del Ministerio de Educación.

- Lic.Julio Granadino
Coordinador General de Formación Docente de la Facultad de Humanidades – Universidad de El Salvador

- Licda. Zoila de Martínez
Formadora de Docentes de la Universidad de El Salvador

- Licda. Ligia Molina
Coordinadora Nacional de Concertación Educativa de El Salvador (CEES).

- Lic. José Luis Guzmán
Director de Proyectos de FUTUREKIDS

- Prof. Donald Salguero
Coordinador del Bachillerato Técnico
Instituto Técnico Emiliani









[1] Una vez se había realizado la conversación sobre cada una de las 10 políticas educativas, a cada personalidad se le proporciono un cuadro donde se le solicitaba que marcará con una “X” la viabilidad técnica, financiera y política, así como la temporalidad de la implementación: corto, mediano o largo plazo; cuyos resultados aparecen en el anexo 2.

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